Honolulu, Hawaii, se ve envuelta en luto y consternación tras la tragedia que cobró la vida de Theresa Cachuela; una influencer de 33 años con 20,000 seguidores en Instagram, conocida por sus publicaciones centradas en la fe.
El viernes pasado, Theresa fue asesinada a tiros por su esposo, Jason Calchuela, de 44 años; en un centro comercial mientras ella y su hija se dirigían al banco.
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La historia toma un giro aún más desgarrador, ya que Jason, después de cometer el acto, se quitó la vida. Este doble suceso ha sacudido a la comunidad; llevando a replantear el debate sobre la violencia doméstica y la efectividad del sistema judicial en casos de alto riesgo.
Antes de la tragedia, Theresa había presentado una orden de restricción temporal contra Jason, alegando amenazas de suicidio y violencia física en presencia de sus hijos. Documentos revelan que Jason, había protagonizado dos incidentes previos; uno amenazando con quitarse la vida frente a los niños y otro colocándose un cuchillo en el cuello.
Trágica muerte de influencer
A pesar de estas señales de alarma, la corte solo otorgó una orden de protección de un año, permitiendo a Jason conservar sus armas, planteando preguntas sobre la efectividad de las medidas judiciales.
La familia de la destacada influencer Theresa está destrozada, con su madre expresando un dolor profundo a través de una campaña de GoFundMe para cubrir los gastos funerarios. «Ella estaba luchando por conseguir ayuda, pero el sistema de justicia le falló«; lamentó la madre.
La comunidad ha respondido con solidaridad con la familia de la destacada influencer, y la campaña de recaudación de fondos ha superado los $39,000, mostrando un apoyo abrumador en este momento de pérdida irreparable.
