Condenado a 40 años por torturar a dos hombres negros en EE.UU.

Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU.
Foto: Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU. /Cortesía

El exayudante del sheriff del condado de Rankin, Christian Dedmon, ha sido condenado a 40 años de prisión por su participación en un caso de tortura racial hacia dos hombres en Estados Unidos.

Dedmon formaba parte de un grupo autodenominado ‘Escuadrón Goon’, compuesto por seis agentes blancos que admitieron haber torturado a dos hombres negros.

El juez Tom Lee describió los actos como los más «impactantes, brutales y crueles e imaginables».

El incidente tuvo lugar en agosto del año pasado, cuando los policías irrumpieron sin orden judicial en una vivienda en Braxton y arrestaron a dos hombres afroamericanos; a quienes esposaron y sometieron a torturas físicas y sexuales.

Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU.

Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU.
Foto: Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU. /Cortesía

Las víctimas fueron golpeadas, electrocutadas y agredidas con un consolador. Además, uno de los oficiales disparó su arma en la boca de uno de los hombres, hiriéndolo gravemente.

Durante el juicio, una de las víctimas, Michael Corey Jenkins, describió la experiencia como enfrentarse al diablo en su propia casa. Otros implicados, como Hunter Elward, fueron sentenciados a 20 años de prisión por disparar a Jenkins; mientras que Jeffrey Middleton y Daniel Opdyke recibieron penas de 17 años y medio y 17 años respectivamente.

Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU.
Foto: Condena a policía que torturó a dos hombres negros en EE.UU. /Cortesía

Dedmon fue señalado como el principal responsable de la perversión sexual que caracterizó el crimen.

Los dos acusados restantes, Joshua Hartfield y Brett McAlpin, aún esperan sentencia. Además de los cargos federales, los seis implicados enfrentan cargos estatales por los cuales también serán juzgados.

El caso ha generado indignación y destaca la importancia de abordar el racismo y la brutalidad policial en el sistema de justicia estadounidense.

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