Las autoridades portuguesas dijeron el jueves que intentan ponerle valor a una estatua del siglo XIX que quedó destrozada cuando un hombre se encaramó en ella la noche anterior para tomar una foto, posiblemente una selfie.
La empresa estatal encargada del monumento, Infraestruturas de Portugal, dijo que estudia si es posible restaurarla o si se deberá crear una nueva. Una vez calculado el costo, podría presentar una demanda contra el sospechoso del acto.
La estatua de un metro del rey Sebastián, un monarca del siglo XVI, se encontraba en un nicho entre las puertas de la estación ferroviaria Rossio en Lisboa. El edificio entero y la estatua son monumentos nacionales.
La policía dijo que un portugués de 24 años se trepó al nicho semanas atrás. La estatua cayó y se rompió en una decena de pedazos. La fiscalía investiga las circunstancias del incidente.
Pocos reparan en la estatua en medio de la arquitectura vistosa de la estación, pero el rey Sebastián es conocido como un monarca que murió en combate en África cuando tenía 24 años y no dejó herederos. Surgió una leyenda, aún vigente, de que algún día reaparecerá en medio de una bruma para reclamar el trono.
