La Organización para la Prohibición de Armas Químicas ha declarado que cuenta con información según la cual compañías alemanas tuvieron un papel importante en la producción del gas sarín en Siria.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania ha recibido un aviso de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que contiene pruebas de la participación del país en la producción del gas sarín en Siria, comunica el diario alemán ‘Süddeutschen Zeitung’.
Según este medio, en el documento de la OPAQ aparece el testimonio de más de 50 entregas a Siria realizadas por parte de compañías alemanas entre 1982 y 1993.
Durante este periodo Berlín vendió a Damasco dispositivos de dirección, bombas, grifos especiales, detectores de gas, instalaciones de lavadoras químicas y más de 2,4 toneladas de ácido sulfúrico, que podría utilizarse para la producción del gas sarín. El diario afirma que Siria empezó su programa de armas químicas justamente en los años 80 del siglo XX.
El Ministerio de Exteriores ha enviado el documento de la OPAQ al Ministerio Fiscal para plantear la cuestión de iniciar una investigación. Sin embargo la fecha de prescripción de los delitos conectados con la violación de la Ley de control de armas se ha cumplido, por lo que es complicado que se llegue a abrir ningún proceso al respecto.