Renuncia alcalde de Roma por escándalo financiero

El asediado alcalde de Roma, Ignazio Marino, estuvo bajo presión creciente de renunciar el jueves tras un escándalo relacionado con sus gastos que parecía ser la última demostración en una campaña de sus opositores, tanto dentro como fuera de su partido, para que deje el puesto.

Los fiscales de Roma iniciaron esta semana una investigación del uso de la tarjeta de crédito de la alcaldía de Marino después de que surgieran preguntas sobre si pagó comidas familiares diciendo que eran eventos oficiales.

Los periódicos documentaron media docena de comidas en donde tanto los supuestos invitados, como el mismo restaurante rechazaron la versión de los eventos de Marino.

Marino, un cirujano de trasplante de hígado que entró en política hace una década, ha negado su delito. Pero conforme aumentó la presión el miércoles, prometió devolverle a la ciudad la cuenta completa de la tarjeta de crédito de 20.000 euros (22.600 dólares), incluidos gastos legítimos no objetados.

Hubo indicios de que el gesto no bastaría, ya que su Partido Democrático le retiró el apoyo. Marino asistió el jueves a una reunión de gabinete que duró horas, con partidarios y opositores reunidos al exterior de la municipalidad.

Marino se encuentra cada vez más aislado en su propio partido y su popularidad ha decrecido tras una serie de investigaciones de corrupción y escándalos que involucran la administración pública de Roma, la mayoría involucrando delitos durante el periodo de su predecesor.

El papa Francisco se veía molesto por la insinuación de Marino de que el Vaticano le había solicitado asistir a la gran misa final del pontífice en Filadelfia que concluiría su visita a Estados Unidos. En una conferencia de prensa al volver a casa, Francisco aclaró que ni él ni los organizadores del encuentro de familias católicas lo habían invitado.

ROMA (AP)