El fantástico mundo de los juegos indie

La palabra indie suele ser sinónimo de algo novedoso, creativo y con toques personales de los encargados de crear algo que lleve este denominador. Sucede en el mundo del cine, en el mundo de la música y como un exponente de renombre en el mundo de los videojuegos, en donde se han visto verdaderas obras de admiración en este apartado, aunque lastimosamente hay sus excepciones.

Mi experiencia con el mundo del indie nació allá en el año 2002-2003, cuando descubrí el juego ICO para Playstation 2, una historia que aún a la fecha me deja mucha nostalgia y lo puedo volver a jugar para revivir la experiencia que aunque es corta, sin diálogos y con muy poco o escaso background, logra calar en los corazones de quienes lo experimentan por su ambientación y puesta en escena, consiguiendo empatía inmediata en unos personajes casi mudos.

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Es este tipo de simpleza la que vuelve este juego algo original y atemporal, una experiencia que queda en la mente por su intención de innovar y entretener sin necesidad de muchos disparos o grandes gráficos. Precisamente es su estilo de cel shading (algo muy común en la época) lo que convierten esta fantasía en una historia recordada y honrada, siendo impulso para otras obras más recientes, ya que demostraron como un juego corto podía ser igual de emocionante que otros juegos de 12+ horas.

ICO marcó el comienzo de lo que vendría a convertirse la tendencia de los juegos indie en la actualidad.

La lista de este tipo de juegos es casi interminable, debido a que muchas personas trabajan constantemente en crear nuevas ideas y plasmarlas en juegos exitosos, esperando llegar a gozar de sus minutos de fama y reconocimiento por un trabajo exhaustivo por crear arte en forma de entretenimiento audiovisual.

Un punto a resaltar en este género es que son multiplataformas (ahora si uso bien el término) y es posible poder jugar en diferentes consolas, computadoras o dispositivos móviles.

Juegos como Journey, Flower, The Black Swan basan mucho de su estética en los espacios amplios y a veces vacíos, jugando con la mente del jugador de una forma que hace meterte de lleno en la fantasía, en una clara referencia y homenaje a ICO.

Por otro lado tenemos los juegos de terror, como el caso de Outlast, Slender-man y Five Night at Freddy’s, los cuales pueden ser verdaderas experiencias de horror aún con gráficos simples y jugabilidad limitada. Incluso es gracias a estas iniciativas que salió la obra maestra de P.T, una historia que ahora desgraciadamente no se podrá realizar y que iba tener el sello de Hideo Kojima junto a Guillermo del Toro.

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Otros juegos enfocados más en entretenimiento, con dinámicas originales y divertidas también logran cautivar y sorprender en este mundo, haciendo un aporte importante en la creatividad. En este caso tenemos Super Meat Boy, Puppeteer, Guacamalee, Monument Valley etc, los cuales han tenido un lugar especial y han sido laureados por su jugabilidad adictiva, partiendo siempre de ideas bien trabajadas y pulidas.

No podemos dejar de mencionar también juegos tipo Gone Home, Braid, Brothers: A Tale Of Two Sons y rain, cuyas historias son memorables, nostálgicas y contadas de forma que se sienten como fábulas, pero cada uno con un estilo de narración propio y un planteamiento original. Gone Home es una maravilla sin duda, a pesar de que en realidad no pasa nada.

Aunque de igual manera hay sus equivocaciones, y en este apartado quiero hacer énfasis en que no todo lo indie es bueno. Hay muchos que intentan lograr llegar a ese punto exacto de combinación entre dinámico e historia, entre jugabilidad y narrativa, pero fallan al no poder con el equilibrio justo. Tales caso tenemos Fez, un juego cuya premisa pedía para algo más pero carece de una historia o entorno que logre envolverlo en algo atractivo, llegando incluso a aburrir en cierto momento.

En cualquier caso, el mundo del indie es algo que vino para quedarse, muestra de ello es que en cada E3 dejan un apartado para exponer este tipo de videojuegos, mostrando como Sony y Microsoft necesitan de estos pequeños genios independientes para captar a un público menos exigente y busca historias cortas pero concentradas.

Grandes espacios, coloridos paisajes, personajes emblemáticos, narrativas inteligentes aún sean sin diálogos, planteamiento original y una jugabilidad creativa pero fácil de dominar, convierten a los juegos indie en un género ya confirmado en el vasto mundo de los videojuegos, un género que es el que mayormente permite la experimentación y transformación de fabulosos cuentos en experiencias inolvidables.

Rafael Lechado Cruz