A través de una denuncia interpuesta ante el Ministerio Público de Costa Rica se conoció el infierno en el que se convirtió una oportunidad laboral para una mujer como asistente del director en el Centro Educativo San Felipe de Alajuelita.
El sufrimiento de la mujer identificada como María, llegó a su tope cuando en determinado momento el director usó un revólver para proponerle a esta mujer si quería sexo.
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En la denuncia que la mujer interpuso, lo acusa por los delitos de abuso de poder, discriminación pública y privada; acoso sexual, acoso laboral. Además de daño psicológico, daño psíquico y deterioro de salud física.
María señala en el documento que inició funciones en mayo anterior, cuando fue llamada para recibir un nombramiento en la institución.
Autoridades de Costa Rica investigan al director
Con la ilusión de conocer al personal docente, una semana antes de ingresar a laborar, María llegó al centro educativo para presentarse. Ella expresa que una compañera la recibió de forma amable y la ingresó a la oficina del director.
“El señor director nos indicó a ambas que nos sentáramos al frente de su escritorio, cosa que hicimos. Me presenté como corresponde y el señor dijo así frente a ambas dirigiéndose a mí: ‘Usted también se va a acostar conmigo’. Y luego señaló con el dedo índice (a la compañera) y dijo el director ‘ella también se acuesta conmigo’”; manifiesta la denunciante por medio de su abogado Javier Vargas.
Posterior a eso, la víctima de acoso tomó sus pertenencias, se despidió y volvió a su casa para, días después, incorporarse a trabajar.
Comentarios acosadores e irrespetuosos
Luego de comenzar su empleo como asistente, menciona que los comentarios acosadores e irrespetuosos contra ella no acabaron; sino que el director de la institución los incrementó.
“Vargas agregó: Comenzó a decirme todos los días y a todas horas si quiero sexo con él; así abiertamente me lo ha dicho cientos de veces. Yo le respondo que soy una señora casada, no tengo sexo con nadie, a lo que él hacía caso omiso. Esto sucedió alrededor de 4 meses, cientos de veces”; narra la ofendida.
María añade que el funcionario le faltó al respeto frente a compañeros y personas ajenas a la institución, haciendo comentarios como que ella tendría sexo con un proveedor del centro educativo.
En una ocasión el jerarca acotó que María era lesbiana, pues ella le reiteró que no tenía sexo con nadie, se lee en el documento.
Además, el jefe le hacía bromas morbosas con palabras obscenas. Ella asegura en la demanda que él le llevó un muñeco con aspecto de gallina; por lo que le preguntó para qué era y él le respondió: “Es porque usted nunca ha visto una polla”.
Un día la funcionaria estaba trabajando en un documento y su escritorio queda de espalda a la puerta lateral de la dirección, cuando escuchó un grito de su jefe ofreciéndole sexo.
Por medio de Vargas narró que ella se asustó y volvió a ver, en eso se topó de frente con un arma de fuego con que el director la amenazó.
Tratamientos psiquiátricos
“Sentí que el cuerpo se me había puesto frío y petrificado, sentí que me iba a disparar a la cara y de forma exaltada le grité: ‘¡Qué está haciendo!’. A lo que me respondió: ‘¿No ve que es un revólver?’”, expresa la mujer.
María dijo que su jefe le manifestó que el arma sería de un guarda de seguridad de la escuela debido a que a ellos “les da miedo a usarla”.
Debido a todo esto, María indica que ha recibido tratamientos psiquiátricos y demás, por lo que hasta ahora tiene la valentía de denunciar.
