Estadounidense detenido en Venezuela ratifica intención de atentar contra Nicolás Maduro

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El vicepresidente sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura de Venezuela, Jorge Rodríguez presentó este jueves el testimonio de Airam Berry, estadounidense implicado en la Operación Gedeón, destinada a secuestrar y atentar contra el presidente Nicolás Maduro.

Proveniente de Austin, Texas, EE.UU., con 41 años de edad, Berry declaró conocer al cabecilla de la fallida incursión del 3 de mayo, Jordan Goudreau. Agregó que el mismo le propuso ir a Venezuela y dar apoyo a las acciones armadas como entrenador militar.

Interrogado sobre cuál era su misión tras entrar en Caracas, Berry respondió que debería aconsejar a las fuerzas que debían entrar y tomar el aeropuerto tan pronto como pudieran. Desde el aeropuerto, él y Alexander Denman deberían traer otros aviones. Además, de lograr objetivos específicos y asesinar al presidente Nicolás Maduro.

 

Entre esos objetivos específicos, citó la Dirección General de Inteligencia Militar (Dgcim), el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y el Palacio de Miraflores. Además, en la base aérea de La Carlota debería asegurar la pista de aterrizaje.

 

Sobre el origen y destino del avión que debería secuestrar al presidente venezolano, Berry dijo: “asumo que los EE.UU.”. Además confirmó la suma de dinero por la operación (220 millones de dólares).

Asimismo, Berry aseguró que no tenía la noción de que fuera ilegal entrenar fuerzas irregulares en Colombia para entrar a Venezuela. “Antes tenía otro entendimiento de ello”, dijo.

Detalló que anteriormente participó en fuerzas militares en Irak, en 2003, 2005 y 2007. También confirmó que era un boina verde y pertenecía al grupo 10 de las Fuerzas Especiales.

Colombia y el narcotráfico sustentan el plan

En su comparecencia, Rodríguez habló también de las conexiones entre el diputado opositor venezolano Juan Guaidó, los desertores y terroristas que se entrenan en Colombia y los narcotraficantes de ese país.

Entre estos últimos, sumó a Elkin Javier López Torres, alias “Doble Rueda”, uno de los principales jefes del narcotráfico colombiano en la península de La Guajira. Este ciudadano proporcionó su finca, ubicada en los límites de Colombia y Venezuela para los entrenamientos finales de la Operación Gedeón. Además, Airam Berry afirmó haberlo visto en ese sitio.

De acuerdo con el ministro, el pago pactado con "Doble Rueda" sería rutas seguras para narcotraficantes colombianos y venezolanos. “En este caso, queda clara la relación de Juan Guaidó, Antonio Sequea, Clíver Alcalá e Iván Simonovis con narcotraficantes como "Doble Rueda" o como es el caso de Socorro Hernández (…) y el Gobierno de los EE.UU. no dice absolutamente nada”, destacó.

 

Asimismo resaltó la evidencia del “involucramiento brutal e intensivo del Gobierno colombiano presidido por Iván Duque en amparar todo tipo de acciones criminales y violentas en contra de Venezuela”.

El portavoz venezolano agregó que el país vecino permite el tráfico de armas de guerra en su territorio, que se entrenen desertores, mercenarios, paramilitares y personal extranjero que llega allí para luego entrar a la República Bolivariana a atacar.

“Todas las acciones que han ocurrido en Venezuela desde el año 2016 tienen su amparo, su sitio de entrenamiento, de dotación logística en la hermana república de Colombia y eso se ha acentuado desde que Iván Duque es presidente”, aseveró Rodríguez.

J.J. Rendón y el contrato con Guaidó

En una entrevista televisiva, Rendón confirmó la existencia de un contrato firmado por él, Guaidó y Goudreau. Dijo que había intenciones de llevar a cabo una operación de “captura y entrega a la justicia” de miembros del Estado venezolano acusados por la justicia norteamericana.

Además, aseguró que el plan llevaba meses de ejecución y tenía en cuenta los posibles escenarios para propiciar un “cese de la usurpación”. Entre ellos, alianzas con otros países y el uso de militares retirados.

 

Sobre las declaraciones de Rendón, Rodríguez aseveró que "conformó un comité estratégico para promover el derrocamiento”. Para ello usó estrategias diplomáticas, financieras, y las acciones del 3 de mayo.

Asimismo, Rodriguez afirmó que los argumentos de apoyar a las autoridades en la captura de acusados de crímenes por el Gobierno de EE.UU. no son válidos, pues los cargos presentados por el Departamento de Justicia contra Nicolás Maduro ocurrieron en marzo de 2020, mientras que el contrato tiene fecha de septiembre de 2019.

En su comparecencia, Rodríguez aseveró que la Administración Trump le costará deshacerse de la responsabilidad que tiene respecto a los hechos presentados, informó Telesur.