Un menor de apenas siete años murió luego de ingerir veneno para matar garrapatas en la colonia San Antonio de Chamelecón, zona norte de Honduras.
Según relatos de familiares, el pequeño llegó a la casa de su tía, donde había varios embases de venenos para el cuido y aseo de las mascotas.
El menor que era muy curioso comenzó a manipular el insecticida y creyendo que era vitaminas las ingirió, señaló en su sitio web La Tribuna.
Sin sospechar que la muerte lo acechaba, la criatura se desplazó a su escuela, como lo hacía regularmente, pero a las 7:15 de la mañana la víctima comenzó a sacar espuma por la boca y nariz, alertando a los docentes.
En rápida acción, el niño fue trasladado a un centro asistencia donde falleció por los daños internos que le provocó el veneno.
Autoridades investigan cómo ocurrió el incidente para determinar si hubo o no mano criminal.
En otro hecho, un estudiante de último año de la carrera de Bachillerato Técnico Profesional en Contaduría y Finanzas, murió tiroteado cerca de una calle solitaria que da acceso a residencial Monte Fresco, zona oriental de la capital.
El fallecido es Norlan Moisés Serrano García, de 18 años de edad, residente de la colonia Villanueva y estudiante del Instituto Héctor Pineda Ugarte, ubicado en la colonia Hato de Enmedio, de la capital.
El jovencito había desaparecido desde el sábado pasado, a eso de las 5:00 de la tarde cuando salió en su querida bicicleta modificada a “rolear” o pasear.
Supuestamente el muchacho habría sido raptado por varios hombres que lo subieron a un carro por la fuerza y luego lo fueron a matar al lugar donde fuera encontrado su cuerpo sin vida.
