Nieve y hielo preparan a los corredores de Maratón en Boston

Correr 26,2 millas (42 kilómetros) requiere resistencia, pero 8 pies y medio (2,5 metros) de nieve y un montón de traicioneras placas de hielo están poniendo a prueba a los atletas de este año de modos nuevos y frustrantes.

Quedan menos de dos meses para la carrera, y el incansable invierno ha relegado a algunos participantes a correr a cubierto, en el sótano de casa o en gimnasios, mientras vuelve locos a los que salen al aire libre.

Una de las ventiscas que golpearon la ciudad en rápida sucesión obligó a la Asociación Atlética de Boston, que administra la maratón más conocida de Estados Unidos, a cancelar un consultorio de entrenamiento. Y aunque lo peor del invierno parece haber quedado atrás, sólo quedan 48 días para el 20 de abril, cuando se celebra la 119na edición de la carrera.

Eso no es mucho tiempo para aclimatar piernas y pulmones. Y muchas calles y veredas siguen resbaladizas, complicando y haciendo peligroso compartir unas carreteras más estrechas de lo normal con los conductores para cubrir los recorridos de 20 millas habituales del entrenamiento para maratón.

En el maratón correrán 30.000 personas de 90 países, con los 50 estados representados y más de 4.800 personas sólo de Massachusetts.

El maratón es una cuestión de resistencia mental tanto como física, y corredores como Anthony Walsh, de Dublín, Irlanda, no sólo soportan el frío y la nieve, sino que la aceptan como reto.

BOSTON (AP)