Fernández denuncia persecución judicial contra los Kirchner

La exmandataria criticó que los medios de comunicación le den poca importancia a que el presidente Mauricio Macri apareciera en los Panama Papers.

La expresidenta de Argentina Cristina Fernández denunció que el Poder Judicial de su país es utilizado por factores políticos para perseguirla a ella y a la familia Kirchner, en base a acusaciones falsas e irresponsables.

«Evidentemente hay una persecución judicial, más que evidente, que además fue anunciada, si uno lee las crónicas periodísticas, yo diría durante el último mandato mío, en su totalidad periodistas, columnistas, editorialistas, decían que yo cuando abandonara el poder iba a tener serios problemas con la justicia.

Durante la entrevista, concedida desde su residencia en la ciudad de El Calafate, la militante peronista detalló que desde 1995 es investigada por supuesto enriquecimiento ilícito, de lo cual ha salido airosa hasta en tres causas.

Indicó que los procesos desarrollados contra Florencia y Máximo Kirchner no gozan de credibildad, porque están basados en mentiras. Particularmente sobre su hijo, criticó la portada del diario Clarín en la que se informa que tiene una supuesta cuenta de 40 millones de dólares con la diputada del Frente para la Victoria (FpV), Nilda Garré.

«¿Vos sabes la cantidad de gente que por ahí ve esa tapa y después ni se entera cuando Máximo habla por la radio y lo desmiente, y se quedó con la tapa de Clarín, diciendo que Máximo tenía 40 millones de dólares?», fustigó.

Fernández añadió que Máximo Kirchner salió de Argentina por última vez en 2001, por lo cual desafió «a cualquier otro político argentino y Máximo hace política, que me diga si él o su hijo no sale del país; y no está mal que lo haga, no es tampoco una tarea épica de Máximo no salir al exterior, pero hay que ver cómo vive cada uno para evaluar y juzgar».

Sumado a esto, se mostró crítica con la postura de los medios de comunicación con el presidente argentino Mauricio Macri, quien apareció en los Panama Papersy posteriormente reconoció de forma displicente el hecho.