Brasil se blinda contra la fiebre amarilla para evitar nuevo brote en 2018

Sao Paulo, 10 ene (EFE).- Brasil ha reforzado las medidas de prevención contra la fiebre amarilla, especialmente en Sao Paulo, donde algunos municipios han relatado en los últimos días varias muertes como consecuencia de dicha enfermedad.

Gobierno de Bolivia autoriza la libre exportación de alcohol y azúcar

 

Las autoridades de la localidad de Atibaia, en el estado de Sao Paulo, confirmaron la víspera la muerte de dos personas por fiebre amarilla, que se suman a otros tres óbitos registrados en la región metropolitana de la capital paulista y contabilizados por la secretaría regional de Salud.

El balance actualizado de muertes por esta enfermedad todavía no ha sido divulgado por la secretaría, que hoy garantizó que la situación en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, está "bajo control".

"Estamos alertando, no estamos alarmando. El Estado tiene la situación bajo absoluto control. No va haber epidemia o pandemia, pero infelizmente vamos a tener más casos", sostuvo el secretario de Salud del estado de Sao Paulo, el médico David Uip.

Para prevenir un posible brote de fiebre amarilla, el Gobierno brasileño anunció la víspera una campaña de vacunación en los estado de Sao Paulo, Río de Janeiro y Bahía, la cual pretende alcanzar a 19,7 millones de personas.

Los tres estados adoptarán el método de la dosis fraccionada, usada en África en 2016 y que prevé que la dosis que antes era aplicada en una sola persona sean ahora suministrada a cuatro.

A pesar de que la campaña comenzará oficialmente en Sao Paulo el próximo 3 de febrero, miles de ciudadanos de diferentes ciudades del estado han hecho filas en los últimos días para recibir la vacuna contra la fiebre amarilla ante el aumento de casos.

"Cuando mi madre me dijo que ya habían muerto tres personas por la fiebre amarilla, sentí miedo, pero ahora que me he vacunado estoy tranquila", dijo a Efe Victoria, una niña de nueve años que llegó al ambulatorio de la zona norte de la ciudad acompañada por su madre.

Otro vecino de la zona, Alessandro Lacerra, aseguró que esperó un poco antes de vacunarse, aunque se decidió después de la recomendación de las autoridades.