La basura no llega sola: el impacto humano en nuestras costas

Las latas de cerveza abandonadas en la arena son mucho más que un simple descuido: representan una amenaza directa para los ecosistemas costeros y para la seguridad de quienes visitan la playa.

Durante temporadas altas como Semana Santa en Playa del Carmen, México, se ha registrado un aumento significativo de latas y botellas de cerveza dejadas por bañistas, aun con la presencia de contenedores de basura cercanos. En algunos casos, las personas entierran los residuos en la arena, generando un riesgo oculto para otros visitantes y provocando lesiones por vidrios rotos o metales afilados.

¿De dónde viene la basura?

Un estudio del programa «Científicos de la Basura» en Chile reveló que el 99.9% de los residuos en playas provienen directamente de los visitantes. Es decir, no es basura que el mar arrastra, sino que la gente la deja en la arena.

“Los objetos que no flotan, como vidrios, plásticos duros o metales, sólo pueden llegar a la playa si alguien los deja ahí”.
— Ministerio del Medio Ambiente de Chile.

 

En el Mediterráneo, según La Vanguardia, el turismo es responsable del 80% de la basura marina y el 65% corresponde a colillas, pajitas y latas de bebidas. Se estima que, en temporada alta, los visitantes pueden generar más de 40 millones de artículos contaminantes por día.

Foto: La basura y el impacto humano en nuestras costas/ Cortesía
Foto: La basura y el impacto humano en nuestras costas/ Cortesía

¿Cómo afecta esta contaminación?

Fauna marina en peligro: peces, tortugas y aves pueden ingerir o enredarse con los residuos.

Salud humana: hay riesgos de cortes, infecciones y enfermedades por contacto con basura contaminada.

Impacto económico: el deterioro del paisaje disuade el turismo y afecta a comunidades que viven de esta actividad.

¿Qué podemos hacer?

La solución está en nuestras manos. La basura no llega sola: la llevamos y la dejamos ahí. Por eso, cada persona debe comprometerse a: no dejar residuos en la playa, usar los contenedores disponibles, recoge cualquier basura que encuentres, participar en jornadas de limpieza.

Solo con conciencia ambiental activa podremos preservar la belleza y salud de nuestras playas. No es solo un problema estético: es un problema de salud, de ecosistemas y de futuro.