Adolescentes no duermen nada por 10 días para proyecto de clases

Foto: Adolescentes no duermen nada por 10 días para proyecto de clases / Referencia
Foto: Adolescentes no duermen nada por 10 días para proyecto de clases / Referencia

Cuando Randy Gardner y Bruce McAllister comenzaron a preparar un proyecto para clase no sabían lo que vendría a continuación. Y es que en 1963, cuando los dos jóvenes se lanzaron a investigar qué pasaba, todavía no se sabía exactamente qué podía pasar si una persona no dormía en varios días. Su trabajo para clase, además, consiguió un premio Record World Guinness.

Te puede interesar: ¿Cómo llegó ahí? Descubren una mariquita en el intestino de un hombre

Pero, ¿qué pasó con la investigación de estos dos adolescentes? ¿Son las consecuencias de no dormir parecidas a las del insomnio?

No dormir le tocó a Randy

Randy y Bruce querían saber si había una relación entre la falta de sueño y las actividades paranormales, relatan en IFLScience. Por supuesto, su primera idea para el proyecto no cuajó. Pero entonces fue cuando se interesaron por las consecuencias que pueden sufrir las personas cuando no duermen. Y de ahí sí salió un trabajo en equipo interesante.

De hecho, como en cualquier otro proyecto en grupo, los dos jóvenes se dividieron el trabajo. Uno de ellos debería quedarse despierto el mayor tiempo posible mientras que el otro iba tomando notas de lo que sucedía. Vamos, uno se dedicaba al trabajo en grupo en cuerpo y alma y el otro solo miraba. Como en la mayoría de este tipo de proyectos. Pero para ver quién hacía cada parte lo sortearon. Fue Randy el elegido por la suerte para tratar de estar el máximo tiempo posible despierto. Mientras que a Bruce le tocaba todo el papeleo del proyecto.

Consecuencias de no dormir: ¿riesgo de muerte?

Las conclusiones del estudio señalaron que partes del cerebro habían rendido bajo porque estaban echándose una siesta. Es decir, algunas partes desconectaban mientras el paciente seguía despierto. Algo similar se vio después con ratas, indican en IFLScience.

«No era el primer ser humano que tenía que permanecer despierto durante más de una noche y que el cerebro humano podría evolucionar de manera que pudiera hacer una siesta», explicó Bruce. «Que partes de él pudieran echarse una siesta y restablecerse -mientras otras partes estaban despiertas- tenía todo el sentido del mundo. Y eso explicaría por qué no ocurrieron cosas peores».