Amanda Bynes ha sido dada de alta de la clínica siquiátrica donde había permanecido desde el 10 de octubre tras desoír la recomendación de sus médicos, que hasta habían conseguido una orden judicial para que se quedara un mes más.
A tan solo unos días de que un juez fallara a favor de los doctores, la actriz logró cambiar la decisión y obtener el permiso para abandonar el tratamiento, según TMZ.
La actriz fue vista el jueves por la noche caminando por Sunset Strip, en West Hollywood, California, con un abrigo oscuro y lentes de sol grandes. Cenó en uno de los restaurantes del área y estuvo buscando un hotel para pasar la noche.
«Estaba sentada hablando sola», le dijo una fuente a People. «Pero fue muy amable y amistosa con los empleados del lugar».
La mamá de Bynes obtuvo la semana pasada la tutela temporal de su hija, lo que le da control sobre las decisiones médicas y financieras, pero no incluye forzar el ingreso involuntario de la actriz en una clínica siquiátrica.
Al tiempo que recuperó la libertad, Bynes regresó a Twitter para compartir varios mensajes de desprecio contra su abogado, su padre y su mánager, Sam Lufti.
«Sam Lufti es feo. Mi papá es feo», escribió la controversial actriz. «Siento que hayan sido engañados por Sam Lufti y mi padres. Mienten acerca de que me robaron dinero y no puedo seguir permitiéndoselo»
«La policía hizo un reporte en contra de mi papá. No puedo estar en el mismo lugar que él. Es un depredador sexual y debería estar en la cárcel».
Bynes también anunció que acudirá a los tribunales para quitarle la tutela a su madre.
AGENCIAS
