Cómo usar el humor para calmar a nuestros hijos

Cuando las discusiones se presentan con nuestro hijo, una palabra inapropiada puede afectarlo emocional y psicológicamente, acentuando todavía más la discusión y dañando nuestra relación con él. Es por ello que en estos momentos de tensión, el humor se convierte en un gran aliado. Veamos, a continuación, cómo usar el humor para calmar a nuestros hijos durante las discusiones.

Risa para romper la tensión

Es cierto que «la risa es buena para el alma y para la salud», pero hay que tener cuidado en el momento que la implementamos. Si nuestro hijo está enojado por algo y en medio de su estado de mal humor camina y se tropieza o se golpea con algo, una sonrisa puede ser una buena opción para romper la tensión. Si te ríes de la situación, tu hijo se olvidará de su enfado aunque sea por algunos minutos, quedando más abierto a dialogar con calma.

Nos siempre nos podemos reír en todas las circunstancias, pero cuando reímos, hemos dado un gran paso para superar una situación.

Aprender a reírse de uno mismo

«La risa es la mejor medicina es una de las frases que más se repiten y que tiene mucho de cierto, por ello es recomendable aprender a reírse de uno mismo, no para evadir responsabilidades y compromisos, sino para que las cosas que hacemos no nos afecten todo el tiempo y para siempre.

Cuando aprendemos a reírnos de los errores que cometemos, de las cosas malas y buenas que nos pasan, o en resumidas cuentas cuando la risa se convierte en nuestra eterna compañera, desaparece el estrés y todos esos síntomas que afectan nuestra salud.

Si le enseñamos a nuestro hijo la importancia de la risa, como esa aliada que nunca falla en momentos de crisis, le vamos a ayudar a resolver y afrontar los problemas de una manera más tranquila. Enseñémosle a reírse de ellos mismos, no con el ánimo de que sientan vergüenza de sí mismos, sino con el propósito de que sean más fuertes ante las adversidades.

Si ante una situación crítica de nuestro hijo, él nos puede responder que dentro de unos meses o años no le va a importar, entonces es el momento de enseñarle a bajar los hombros y enseñarles que con paciencia y a medida que pasa el tiempo las situaciones vuelven a su curso normal.