La primera y única perra del mundo crítica de arte

Julia Powell tiene a la mejor crítica de arte en su propia hogar pero no se trata de su pareja, hermana, o madre sino de su mejor amiga Ella, una golden retriever de seis años de edad que sin dudas ama el arte de su dueña, lo que se refleja en sus fotos y videos de Instagram.

Actualmente, su dueña la artista ya tiene más de 42 mil seguidores y gran parte de este número de fans se debe a su fiel e incondicional crítica personal. Su atención no se centra en todos los cuadros por igual, ya que su don de crítica perruna solo se inspira en algunos colores y diseños determinados.

 

Su dueña pudo observar que su atención se centraba en cuadros que tienen mucho azul, y/o verde, sobre todo azules (le gustan particularmente los paisajes con agua). Esto sin dudas tiene una explicación lógica, ya que son estos los colores que la ciencia prevé que los perros pueden visualizar.

"Determinados tests de comportamiento y pruebas de estimulación de la retina a diferentes longitudes de onda sugieren que los perros y los gatos pueden distinguir el color rojo y azul, pero a menudo confunden verde y rojo. Básicamente se podría decir que tienen visión dicromática, frente a la visión tricromática de las personas", aseguraron voceros de la web oftalmología veterinaria.

Ella puede estar hasta dos minutos en plena concentración y sus imágenes causan suma ternura a sus seguidores, más aún cuando la lucen con accesorios que le otorgan un tinte de intelectualidad e incrementan su imagen de erudita en el tema de las artes plásticas.

Los perros son animales que viene acompañando al hombre desde hace miles de años. Conocemos sus características y por ello podemos decir que en el arte suele simbolizar valores tales como la fidelidad, sociabilidad. Por ejemplo, es el caso del pequinés que aparece en “El Matrimonio Arnolfini”, una pintura gótica de los hermanos Van Eyck, simboliza la fidelidad matrimonial a través de su representación reflejada en medio de la pareja, sin duda el perro doméstico ocupa un lugar central en el matrimonio según sus autores.

En el Renacimiento, los canes comienzan a tener buena aceptación, precisamente por su labor como auxiliares de la caza. La aristocracia de la época contribuyó a dotar un buen protagonismo a este entrañable animal, al mismo tiempo que se incrementó el número de razas, hechos que contribuyeron a que el perro se representara en el arte, quedando plasmado en muchas obras de autores célebres de la época.