Hay algo en la forma en que los bebés recién nacidos huelen que es una delicia. Ya sea que estén conscientes de ello o no, una de las primeras cosas que hace la gente cuando están sosteniendo un bebé muy pequeño es tomar una bocanada profunda de ese olor.
Los bebés naturalmente huelen bien. No es el talco de bebé. No es el suavizante de telas para bebé. Es sólo ese olor a bebé, el que luego desaparece después de un tiempo y finalmente se convierten en adultos que enmascaran sus olores bajo otros olores con diferentes grados de éxito.
Pero ¿por qué los bebés huelen tan bien? ¿Es el olor a bebé algo real?
Los investigadores dicen que el olor del bebé es muy real
En un estudio publicado en Frontiers of Psychology, los científicos analizaron la actividad en los cerebros de 30 mujeres que fueron expuestas al olor de los pijamas de bebés recién nacidos (de modo que no había estímulo visual). La mitad de las mujeres acababa de dar a luz a su primer hijo, mientras que la otra mitad no tenían hijos. Los resultados fueron sorprendentes.
Descubrieron que, independiente de la condición de la madre, el olor de los recién nacidos desencadenaba la liberación de dopamina en los circuitos de recompensa del cerebro, las mismas vías de placer afectadas por la cocaína, la comida, y otros estímulos que evocan la respuesta de recompensa.
El olor del bebé puede ayudar a crear vínculos madre-hijo
Estos datos provisionales sugieren que ciertos olores corporales podrían actuar como catalizadores de mecanismos de unión, escribieron los investigadores, y agregaron que el olor a bebé puede actuar como un medio para el intercambio mutuo de indicaciones y señales que pueden influir en la relación entre la madre y el niño de una manera previamente demostrada por estímulos visuales.
Pero ¿qué pasa con los hombres y el olor de bebé?
El jurado aún está deliberando sobre eso, aunque un medio de comunicación informa que uno de los investigadores del estudio, Johan Lundstrom del Centro Químico Monell, dice que un proceso similar puede tener lugar en los hombres.
Por lo tanto, sigue oliendo a esos bebés.
