Apple lanzaría tres modelos de Mac con “súper chips” personalizados

Apple lanzaría este año al menos tres Mac con coprocesadores propios que se destacarían por su potencia. Hasta ahora, sólo dos modelos integran chips personalizados: la MacBook Pro con Touch Bar (T1) y la iMac Pro (T2).

El gigante de Cupertino viene apostando hace años a dejar su sello en lo que podría considerarse el corazón de los equipos. Estos chips están presentes en los iPhones, Apple Watches, iPad y algunas computadoras, como las mencionadas anteriormente y las que se lanzarán este año.

El primer procesador diseñado por la compañía, el A4, llegó en 2010, de la mano del iPad. Fue el comienzo de un recorrido que se viene profundizando. La compañía siempre busca destacar la eficiencia de sus equipos y su toque personal.

El A11, por ejemplo, se destaca por desarrollar tareas de inteligencia artificial, tener un procesador gráfico potente (Apple añadió una GPU propia) y permitir el funcionamiento del Face ID.

No es la única compañía que apuesta a mejorar la performance de sus gadgets introduciendo mejoras en los chips. A comienzo de año, Samsung presentó su Exynos 9810, en cual la inteligencia artificial tiene un rol protagónico.

Huawei, por su parte, dio a conocer en septiembre de 2017 su Kirin 970, que integra una unidad de procesamiento neural y promete mayor eficacia en el uso de los recursos.

Qualcomm no se queda atrás con el Snapdragon 845 (más potente que su antecesor) que optimiza el nivel de conectividad y busca potenciar los procesos vinculados a la inteligencia artificial.

La verdadera batalla en el mercado de la tecnología ocurre detrás de bambalinas, en los procesadores. Apple vende más de 300 millones de dispositivos al año y siente que se destaca en el diseño de sus chips, por eso ahora sigue buscando crecer en este sentido y los sumará en, al menos, tres nuevas Mac: dos portátiles y una de escritorio, según publicó Bloomberg.

El próximo paso será, eventualmente, diseñar la totalidad de la CPU en todas sus computadoras, en cuyo caso Intel perdería uno de sus clientes más importantes.

Luego del incidente de Meltdown y Spectre, probablemente el gigante de Cupertino se sienta más motivado que nunca para llevar adelante esta medida.