Esta mañana, el autobús de la empresa Mama Reyna, que cubría la ruta Managua-Waspam, sufrió un aparatoso volcamiento en las cercanías del basurero de Waspam.
Según los primeros reportes, el accidente fue causado por el exceso de carga que transportaba el vehículo, ya que, además de los pasajeros, llevaba una gran cantidad de mercancía que excedía el límite de su capacidad. Las imágenes compartidas evidencian la gravedad de la sobrecarga.
Afortunadamente, no se reportaron víctimas mortales, aunque dos personas resultaron heridas, entre ellas una menor de edad y un adulto. Otros pasajeros sufrieron golpes leves producto del incidente, pero lograron salir por su cuenta del autobús.
Este hecho ha generado indignación entre los habitantes de la zona, quienes señalan la irresponsabilidad de los propietarios y conductores de estas unidades de transporte. «Es lamentable ver cómo la carga tiene más importancia que la vida humana» , expresaron algunos testigos.
Volcadura de bus deja múltiples heridos
Este accidente se suma a otro reciente ocurrido con un autobús de la empresa Rápido y Furioso, que cubre la ruta Managua-Bilwi. Durante la noche, esta unidad se subió en plena carretera debido al colapso del turbo, provocado por el exceso de carga y pasajeros. En esa ocasión, el autobús venía tan sobrecargado que muchos pasajeros tuvieron dificultades para evacuarlo en el momento de la emergencia, poniendo en riesgo sus vidas.

Estos incidentes han puesto en evidencia la falta de regulación en el transporte público que opera en estas rutas de larga distancia. La sobrecarga no solo representa un peligro para los pasajeros, sino que también refleja la ausencia de controles estrictos que aseguran la seguridad vial.
Aunque la Policía Nacional trabaja constantemente para regular este tipo de situaciones y prevenir accidentes de tránsito que pongan en peligro la vida de los pasajeros, muchos conductores y propietarios de autobuses parecen hacer caso omiso a estas disposiciones.
Es necesario implementar acciones más estrictas y efectivas para garantizar que estos hechos no sigan ocurriendo, priorizando siempre la vida y seguridad de las personas sobre cualquier interés económico.