Dos hermanos quedaron sin su machete de trabajo, tres yeguas y cuatro caballos al encontrarlos destazados en un predio en la comarca El Comején, frente al rancho Rapalo.
Las aves de rapiña daban el aviso de dónde estaban las bestias, con las vísceras expuestas y sin un solo trozo de carne, en total fueron. Las tres yeguas de Julio García y 4 caballos, esté última, propiedad de José Cresencio García.
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“Yo vine ayer a dejarlas a eso de las 7:20 de la noche, cuando me fui todo normal, pero cuando él viene mi hermano a buscar estos caballos, son cocheros, ya a las 4 y 30 él me llamaba que no estaban, vengo y salgo a buscarlos y cuando miré llegué aquí porque aquí está ahí el alambre que rompieron, se cruzaron por ahí y los destazaron, sí. Tres yeguas y cuatro caballos”; dijo Julio César García.
García también mencionó que estos equinos son para trabajar, la única manera de ganarse la vida que tiene su familia, pues en Masaya son una alternativa de transporte conocido comúnmente como cocheros.
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Se presume que la banda delincuencial dedicada al abigeato ya tenía en la mira a estos equinos que eran traídos cada noche a este sector, aprovechando que son zonas oscuras y predios bastante amplios, despellejaron a las bestias para llevarse la carne, presumiendo que podría ser vendida en mercados.
Según los propietarios de estas bestias, cada una asciende a un valor de los 8 mil córdobas. Ahora, estos hombres prácticamente han quedado con un brazo adelante y el otro atrás, mientras la Policía Nacional mantiene la investigación sin descanso para dar con el paradero de los autores de este delito llamado abigeato.
