Melvin Sequeira, un joven de 28 años, perdió la vida tras caer desde una altura de 10 metros mientras trabajaba en el techo de una empresa en la zona franca de Los Brasiles, en la Carretera Nueva a León. El trágico accidente no solo cobró la vida de un hombre trabajador y amoroso; sino que también dejó a un niño de cinco años en la orfandad.
Durante siete años, Melvin compartió su vida con la mujer que amaba, una joven dos años menor que él. Su mayor ilusión era casarse, no por formalidad, sino por amor. Hace apenas un mes, había cambiado de trabajo con la esperanza de ganar un poco más y reunir el dinero necesario para celebrar su boda. Pero esa ilusión se apagó repentinamente con la tragedia.
Según relataron sus familiares, lo único que lo sostenía en el techo era un arnés.
“Le pusieron el arnés, pero parece que no tenía la cuerda de vida. Entonces se vino a pique, murió reventado el muchacho. La empresa debe tener toda la seguridad para sus trabajadores”; expresó con dolor Edwin Sequeira Solís, su tío, quien se acercaba una y otra vez al ataúd para ver a su sobrino.
Melvin fue trasladado grave al hospital tras este accidente en la zona franca. Su corazón resistió durante una hora; el tiempo justo para que su esposa llegara, lo abrazara y pudiera despedirse. Poco después, falleció.
Melvin, un trabajador responsable en la zona franca
“Es un golpe duro que estamos viviendo. Mi esposa lo bañó de chiquito… y ahora pasó esta tragedia terrible”; añadió Edwin, con la voz entrecortada.
Melvin vivía en el barrio El Porvenir, cerca de la terminal de la ruta 115 en Ciudad Sandino. Era recordado como un hombre responsable, cariñoso y lleno de vida.
“Yo he trabajado en zona, soy operaria, y si él iba para bodega, no lo van a poner de mantenimiento. Estamos molestos con esa empresa”; denunció Karla Cortez, tía del fallecido.
El último domingo antes del accidente, Melvin compartió momentos felices con su familia. “Nos estuvimos bañando, jugamos, comimos… tuvimos momentos bonitos. Nunca esperamos esto”; recordó Karla, entre lágrimas.
La empresa para la que laboraba, del régimen de zona franca, asumió los gastos fúnebres y envió ofrendas florales a la familia.
