El macabro estado de WhatsApp que Bayardo Morales publicó horas antes de quitarse la vida: «Me voy a un lugar donde ya no voy a regresar«, fue la despedida de un hombre que ya había asesinado a su esposa Julia Chavarría y a su hija J.M., de 15 años, en un espantoso crimen en Managua.
Cuando los familiares de Bayardo vieron el estado y llegaron a la casa en Villa Reconciliación; se encontraron con una escena espantosa: los cuerpos de madre e hija yacían sobre la cama, cuidadosamente cubiertos con una sábana y tomados de la mano, mientras Bayardo se había colgado con un mecate en el patio.
Para María Auxiliadora Ortiz Centeno, consuegra de la víctima, este crimen en Managua no fue un suceso inesperado, sino el desenlace de años de terror.
«Él era una persona agresiva, con la mujer y con la hija no tenía piedad, solo las vivía lastimando, no sabemos si las drogó, no gritaron ni nada, los vecinos no escucharon»; aseguró.
Hecho insólito y macabro en Managua
En enero, Bayardo ya había intentado asesinar a Julia, lo que derivó en su detención y una orden de alejamiento. «Julissa, ese hombre te va a matar, se lo dijo su hijo, su hija, los vecinos, hasta las hermanas de ella. Si hubiera estado mi hija, también me la mata»; continuó Ortiz.
Quienes lo conocían en esta zona de Managua lo describen como un hombre de carácter violento que todo lo terminaba con golpes. Aunque no bebía ni fumaba, su amargura lo consumía: siete años atrás ya había intentado quitarse la vida.
En el último mes, Morales le preguntó a su hija qué quería para su fiesta de 15 años. Según el vecindario, ella respondió que anhelaba unas mejoras en su habitación; deseo que el desalmado cumplió. Fue en ese mismo cuarto con paredes renovadas y aire acondicionado; que yacían ambos cuerpos.
Impacto en la comunidad
«Un caso que no se va a olvidar, a mí me duele más la niña. Si ellos tenían problemas por qué no lo arreglaron solos, por qué no sacó a la niña»; dijo otra vecina.
«Aquí solo peleando vivía, por todo buscaba problemas, un día al hijastro lo tomó del cuello y no lo soltaba, era un mal carácter que lo consumía«; expresó la mujer que prefirió el anonimato.
Los cuerpos permanecen en Medicina Legal, donde se realiza una autopsia. Se conoció que ellas serán veladas y enterradas en Tipitapa; mientras que el asesino será sepultado en el departamento de León.
