Un trágico hecho de violencia intrafamiliar ha conmocionado a los habitantes de la comarca Buena Vista de Ventilla, en el municipio de Wiwilí, departamento de Nueva Segovia.
Un hombre perdió la vida a manos de su propio hermano. La víctima fue identificada como Ervin Josué Zamora Torrez, de 27 años de edad, quien murió de manera instantánea tras recibir dos fuertes pedradas en la cabeza; presuntamente lanzadas por su hermano mayor, Wilmer Zamora Jiménez, de 37 años.
Según información preliminar, el incidente ocurrió durante una acalorada discusión entre ambos hermanos en la vivienda de su madre, Silvia Modesta Jiménez Torrez, de 60 años.
Wilmer habría exigido de manera violenta la entrega de la llave de una motocicleta, lo que desencadenó el mortal ataque. Tras cometer el crimen, Wilmer Zamora huyó del lugar, mientras los vecinos alertaban a las autoridades. Un equipo técnico del área de Auxilio Judicial de la Policía Nacional de esa zona de Nueva Segovia, se presentó en el sitio para iniciar las investigaciones correspondientes.
Crimen de hermanos en Nueva Segovia
El cuerpo de la víctima fue examinado por personal del centro de salud Jorge Navarro, quienes determinaron como causa de muerte un trauma craneoencefálico severo.
Posteriormente, el cuerpo se entregó a su madre para los actos fúnebres. Las autoridades continúan con las investigaciones del caso, en tanto el presunto autor del homicidio ya se encuentra en manos de las instancias correspondientes.
La comunidad permanece consternada por este lamentable suceso que recuerda el trágico relato bíblico de Caín y Abel.
Búsqueda de armonía familiar
Ante cualquier conflicto familiar, es fundamental buscar siempre el diálogo como la mejor vía para resolver diferencias. Bien lo dice el sabio refrán: “Hablando se entiende la gente.”
Hoy, una madre enfrenta el inmenso dolor de perder a un hijo en Nueva Segovia, mientras que otro se enfrenta a la justicia, privado de su libertad. Una familia destruida por la violencia.
Este trágico suceso nos deja una profunda lección: en momentos de tensión, la comunicación; la comprensión y la unión familiar son claves para evitar desgracias irreparables.
