Las hermanas Xiomara Aguirre Narváez y Ángela Aguirre Narváez están siendo procesadas en el Juzgado de Diriamba por lesiones gravísimas en perjuicio de la joven Deyling Día Monterrey, de 27 años de edad.
El hecho sucede en la comunidad El Socorro, carretera San Marcos, Las Esquinas; de la iglesia apóstolica dos cuadras al oeste, cerca de la vivienda de la víctima.
El 21 de noviembre a las 7 de la noche frente a casa de Xiomara Aguirre Narváez, se dio una discusión cuando la víctima junto a una amiga pasaban por el camino, razón por la que las ahora acusadas supuestamente la empezaron a agredir con cuchillo en mano.
Ángela Aguirre se le abalanzó encima, provocándole una cortada en su cara, en la parte izquierda; mientras que Xiomara con hacha en mano le dio en la cabeza, causándole una herida.
"Todo viene a raíz de un problema de tierras, aquí donde yo vivo ellas me vendieron hace dos años aproximadamente, pero como un fui a la PGR (Procuraduría General de la República) a arreglar porque me dijeron que nos iban a legalizar, ellas se molestaron porque yo dije que ellas me habían vendido y estas tierras no se pueden vender según la PGR. Ahora ellas dicen que por mi culpa las van a echar presas, pero yo no puedo decir mentiras, si hasta tengo un papelito hecho de sus propias manos que ellas me firmaron cuando me vendieron", dijo la víctima Deyling Díaz con lágrimas en su ojos, y tapando con su cabello la enorme cicatriz que quedó en su rostro debido a la agresión.
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"Me sorprende que hayan hecho eso, si yo nunca había tenido problemas, aquí hasta les fiaba comida yo porque tengo mi ventecita. Con nadie he tenido problemas desde que vivo aquí y puede preguntar a quien quiera", agregó Díaz.
Según la afectada, las vecinas querían matarla porque la manera en que la agredieron por poco le causa la muerte. Afirma que a como pudo llegó donde un vecino y pidio la llevará al hospital, ahí fue trasladada hacia el centro de salud de San Marcos, donde perdió el conocimiento debido a la abundante sangre que emanaba.
La herida de su rostro tiene 19 puntadas, la cabeza tiene 15 puntadas y en la espalda varias estocadas que solo rozaron su humanidad.
Deyling afirma que esto le ha causado depresión y no quiere no salir de su casa por temor y vergüenza, ya que su rostro quedó desfigurado debido a la herida causada por las acusadas, además que en su venta tiene que atender a los clientes y no puede hacerlo porque siente pena por la herida.
