Culpables por robar y tirar a cauce a su víctima

Por los delitos de robo agravado y homicidio en grado de frustración fueron declarados culpables los sujetos William Antonio Estrada Ramírez, de 26 años, y Michael Geovanny Arias, de 21 años, en prejuicio de Juan José López de 40 años.El hecho ocurrió el pasado domingo 29 de enero de este año.

Según la víctima, los acusados junto a otro sujeto identificado con el alias del “zorro”, quien anda prófugo de la justicia, lo intimidaron con una arma cortopunzante, lo golpearon y lo despojaron de 900 córdobas. Después lo lanzaron a un cauce donde cayó inconsciente, quemándose ambos brazos y pies al caer sobre las llamas de una basura que ardía en fuego.

En el juicio oral y público efectuados en la Sala 8 del Juzgado Décimo Tercero Distrito Penal de Juicio. Por su parte la fiscalía presentó las suficientes pruebas, documentales, testificales y croquis ocular del hecho suficientes para que la jueza, Doctora Fátima Rosales, emitiera el fallo de culpabilidad en contra de los acusados.

En el debate de sentencias, la víctima, el Ministerio Público y el abogado acusador, Doctor Pablo Leiva, solicitaron la pena máxima de 7 años por el delito de robo agravado y 10 años por el delito de homicidio en grado de frustración.

Por su parte los acusados y abogados defensores pidieron a la honorable jueza la pena mínima de 3 años por robo agravado y cinco años por el delito de homicidio en grado de frustración.

La víctima quien aun anda en silla de rueda, suspirando y con angustia, daba gracias a Dios por haberle dado otra oportunidad de vivir. “Te vamos a matar porque no mereces vivir, fueron las últimas palabras que escuché de mis agresores después de ser golpeado y lanzado al cauce donde me quemé y caí ya inconsciente… cuando recuerdo ya estaba en el hospital donde me llevó mi hija”, concluyó López.

La Doctora, Fátima Rosales, ordenó la medida cautelar de prisión preventiva a los acusados en la cárcel Modelo de Tipitapa y en Diez días hábiles se efectuará el juicio donde se dará la sentencia definitiva que los acusados deberán cumplir por estos delitos.