Autoridades hondureñas investigan a hombre por la muerte de un bebé que fue encontrado asfixiado con un biberón y que estaba bajo su cuido del que es su padrastro.
El Ministerio Público investiga la misteriosa muerte de un bebé de 18 meses, que apareció este viernes asfixiado en su casa, en la cual era cuidado por su padrastro.
El suceso se registró en una casa de la colonia Los Laureles en Comayagüela, Honduras, cuando menor supuestamente se estaba tomando un pepe (pacha), según lo que alega el padrastro.
Sin embargo, el hombre es considerado sospechoso de matar al bebé, debido a que cuando el niño fue encontrado sin vida, él no se encontraba en la casa, a pesar que estaba bajo su cuidado.
El padrastro fue identificado como Gustavo Adolfo Matamoros, quien pidió prestado al pequeño para cuidarlo, mientras la madre del niño andaba trabajando.
Cuando los familiares fueron a buscar al bebé, lo encontraron muerto y no había rastros de Matamoros por ningún lado.
El cuerpo del menor yacía inerte sobre un mueble que estaba en la sala de la vivienda, la cual era alquilada por la madre y el presunto responsable de la muerte del pequeño.
Tras varias horas, Matamoros se entregó en la posta policial, situada en el barrio Los Dolores en el centro de Tegucigalpa, capital del país. El hombre asegura que el niño se atragantó con el pepe (pacha o biberón).
Personal de Medicina Forense hizo el respectivo levantamiento y trasladaron el cadáver a la morgue del Ministerio Público para determinar las causas de la muerte.