Libre bailarín tras ataque con ácido a director de ballet ruso

Un bailarín del Bolshoi condenado en 2013 por planear un ataque con ácido que dejó cicatrices en el rostro y ojos del director artístico del afamado ballet, fue puesto en libertad condicional, dijo el miércoles su abogado.

Las agencias de noticias rusas citaron a Sergei Kadyrov, abogado del bailarín, diciendo que Pavel Dmitrichenko fue liberado el martes luego que una comisión para la libertad bajo palabra le concedió su solicitud para salir antes.

Dmitrichenko fue encontrado culpable de pedir a un ex convicto que atacara a Sergei Filin, quien quedó prácticamente ciego por el ácido que le arrojaron al rostro afuera de su casa en Moscú. Dmitrichenko fue sentenciado a 5 años y medio en prisión en 2013.

La abogada de Sergei Filin, Tatyana Stukalova, declaró a la televisora Rossiya-24 que apelaría el fallo porque dice que Dmitrichenko representa un peligro para su cliente.

El ataque de enero de 2013 y el juicio subsecuente revelaron profundas divisiones en la compañía artística más reconocida de Rusia. Algunos bailarines de Bolshoi se pusieron del lado de Dmitrichenko, quien insistió en que nunca contrató alguien para realizar el ataque, sino que sólo se quejaba de Filin.

Gran parte del juicio no se enfocó en el papel de Dmitrichenko en el ataque, sino en si el manejo de la compañía de Filin pudo llevarlo a cometer el delito. Como parte de su defensa, el bailarín citó varios incidentes en los cuales el director artístico hizo llorar a miembros del elenco.

Los bailarines que respaldaron a Dmitrichenko, quien tuvo el papel principal en la puesta en escena «Iván el Terrible» del Bolshoi, pidieron al tribunal que lo absolviera, argumentando que una sentencia de prisión para el bailarín principal de la compañía pondría fin a sus posibilidades de reanudar su carrera. No está claro si Dmitrichenko, de 32 años, quien pasó tres años en la cárcel, regresará a la danza profesional.

Seis meses después del ataque, el ministerio de cultura ruso que supervisa a la compañía artística del Bolshoi reemplazó al director general, que estaba involucrado en una guerra de palabras con los oponentes de Filin.