Ansiedad bajo control qué comer y qué evitar según expertos

Foto: La alimentación tiene un impacto en los niveles de la ansiedad/Cortesía
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La alimentación tiene un impacto real en la salud mental, especialmente en los niveles de ansiedad. Consumir alimentos ultraprocesados, con exceso de azúcar o cafeína, puede intensificar síntomas como nerviosismo, irritabilidad e insomnio.

En cambio, una dieta rica en omega-3, vegetales verdes, frutos secos y alimentos fermentados ayuda a regular el estado de ánimo y a reducir la ansiedad de forma natural. Comer bien también es cuidar la mente.

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La relación entre lo que comemos y cómo nos sentimos emocionalmente es más estrecha de lo que muchos creen. Diversos estudios han demostrado que la alimentación influye directamente en la salud mental, y la ansiedad no es la excepción. Algunos alimentos pueden empeorar sus síntomas, mientras que otros pueden ayudar a aliviarlos.

Los alimentos procesados, ricos en azúcares refinados y grasas saturadas, como los refrescos, frituras, pasteles y comida rápida, están asociados con un aumento en los niveles de ansiedad. estos productos generan picos de glucosa en sangre seguidos de caídas bruscas, lo que puede provocar irritabilidad, fatiga y nerviosismo. Además, el exceso de cafeína, presente en el café; las bebidas energéticas y algunos tés, puede intensificar los síntomas como la taquicardia o el insomnio.

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Ansiedad constante estos alimentos podrían ser los culpables

Por otro lado, una dieta rica en nutrientes esenciales puede actuar como un escudo natural contra la ansiedad. Alimentos como los pescados grasos (ricos en omega-3), los frutos secos, las semillas, los vegetales de hoja verde y los cereales integrales contienen vitaminas del complejo B, magnesio y triptófano, sustancias clave en la producción de serotonina, el neurotransmisor del bienestar. también se ha observado que los alimentos fermentados, como el yogur natural o el kéfir, pueden mejorar la salud intestinal, un factor importante en la regulación emocional.

Incorporar hábitos alimenticios saludables no reemplaza el tratamiento profesional, pero sí puede ser un complemento eficaz. Comer bien no solo nutre el cuerpo, también calma la mente.

RT