La función del papá en la lactancia materna

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Estamos en plena celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020, cuyo lema es "Apoyar la lactancia materna para un planeta más sano". 

Es la razón por la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el UNICEF hacen un llamamiento a los gobiernos para que protejan y promuevan el acceso de las mujeres a asesoramiento cualificado sobre lactancia materna, un elemento crucial del apoyo al amamantamiento.

El respaldo con decisiones de Estado es un gran aporte para el desarrollo; pero lo vital nace en el núcleo de la sociedad que es la familia.

El desconocimiento es el responsable de que muchas mujeres recién paridas pasen más trabajo del necesario. Cuando la criaturita está despierta, la mamá se ocupa de tranquilizarla y amamantarla; mientras duerme corre a realizar tareas del bebé, si llegan visitas, debe esmerarse en atenderlas -en estos tiempos de Covid– 19 no las recibas- y si queda alguna brecha de tiempo ha de dedicarse a necesidades propias. Todo esto podría desencadenar en un estado de estrés, que bien se puede evitar.

Así como las vacas necesitan relajación y hasta música para dar leche, también la mamá para hacer este acto de amor que es considerado como la primera vacuna para la buena defensa del bebé y como un método de reducción de riesgo contra cánceres de ovarios, útero y mama.

Todo lo antes dicho es un preludio de lo que desde hace años se viene discutiendo, es necesario la presencia activa de los familiares y en especial del padre, cuya función va mucho más allá de la mera procreación

En él hay un derecho y un deber participar del recibimiento, desarrollo y bienestar en conjunto.

Cinco funciones del padre que son pro lactancia

Crear un vínculo afectivo: Para lograrlo se requiere inversión de tiempo, jugar, hablarle, atenderle, tranquilizarle, besarlo y abrazarlo para fomentar el amor que hace adultos sanos emocionalmente, felices y libres de violencia que tanta falta hace en la sociedad actual.

Sacar gases: Luego que la mamá suplió el alimento mediante la lactancia, ahora el turno le puede tocar a papá para darle unas palmaditas en la espalda que ayude a la expulsión de gases, mientras la madre puede aprovechar para bañarse, merendar, dormir o descansar.

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Bañar y cambiar pañales: Una voz social dañina grita ¡el hombre es muy tosco!, es una mentira que puede romper el apego entre padre, madre e hijo. Si quieres, puedes hacerlo, solo es cuestión de hacerlo unas cuantas veces en ayuda de la madre para que aprendas y luego disfruta el proceso de vivir en familia. Esto desahogará a la mamá de estar “esclavizada”, día y noche sin respiro alguno.

Alimentar: Si la madre tiene la facilidad de extraerse la leche, el padre se la puede dar, como parte de su participación en el desarrollo del recién nacido. Sería algo así como una lactancia en la que tienes participación muy activa.

Quehacer del hogar: El Covid-19 ya dejó en claro que los hombres también pueden participar de las tareas de la casa; con la llegada de una criatura también se necesita que el padre ponga su esmero en mantener los espacios limpios y en orden porque da bienestar a todos y por tanto al acto de lactar.