No se puede luchar contra la naturaleza, pues tarde o temprano termina ganando. Conforme avanza el tiempo, nuestro cuerpo se va deteriorando poco a poco sin que lo notemos, hasta que alcanzamos una edad más avanzada. Podemos usar cremas, maquillajes y productos milagrosos que retarden ese proceso, pero existen cuatro signos que revelan tu edad, y tú ni en cuenta.
Estos signos que revelan tu edad son los más difíciles de tapar, pues, muchas veces ni siquiera prestamos atención a esas zonas de nuestro cuerpo, sin embargo, con la edad van cambiando indiscutiblemente.
Varios estudios al respeto se han publicado en la American Journal of Epidemiology, donde se han estudiado muestras de sangre de 1500 mujeres que han vivido la menopausia, específicamente en los telómeros, cuya función es limitar el deterioro progresivo de las células. Sin embargo, con el tiempo, éstas se deterioran y se acortan, es decir, contribuyen a la aparición de arrugas.
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Una buena manera de mantener una buena salud y figura, es definitivamente el deporte. Asimismo, esta práctica ralentiza el envejecimiento de la piel a nivel celular.
Aún así, cada vez es más común que las mujeres se preocupen más y más por su aspecto, y por no “envejecer”. Y de alguna manera lo han logrado retardar con productos como cremas y tratamientos, un buen maquillaje, un corte de pelo adecuado, e incluso la ropa interior que realza la silueta.
No obstante, siguen apareciendo rasgos de la edad, difíciles de ocultar. Estos son los cuatro signos que revelan nuestra edad.
La punta de la nariz
Esta parte de nuestro rostro, quizás no le prestemos tanta atención, o no notemos sus cambios. Sin embargo, es una de las zonas que delatan nuestra edad, pues crece conforme pasen los años.
Rodillas
Con el paso de los años, y debido a los movimientos constantes que realizamos a diario al correr, caminar, sentarnos y hacer ejercicio; se destensan y se arrugan.
Codos
Al igual que las rodillas, el movimiento que hacemos al estirar los brazos y doblarlos, causan el mismo efecto, haciendo la piel que los cubre más flácida.
Orejas
El lóbulo de las orejas tiende e destensarse con el tiempo, lo que hace que parezcan más grandes y holgadas. Además, el peso diario de los aretes que usamos, contribuyen a que se acelere este proceso.
Ante estos cambios, no hay mucho qué hacer, pero sí podemos echarnos una manita de gato cuidando nuestra alimentación, hidratando nuestra piel, evitando hábitos nocivos para nuestra salud y cuerpo, y claro, también se vale usar tratamientos que nos ayuden a conservarnos más jóvenes.
