El “figging”, una práctica erótica de lo más peculiar

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Hoy en día es muy habitual ir conociendo poco a poco diferentes prácticas sexuales y, algunas de ellas, son un poco más extremas que otras. Cierto es que cada persona tiene sus gustos y que, mientras que a algunas personas les gustan determinadas prácticas, hay otras que prefieren prácticas más fuertes e, incluso, desconocidas. Hay algunas prácticas sexuales que pueden llegar a ser incluso filias sexuales, pero en este artículo vamos a explicar qué es el figging, una práctica sexual que no convence a todo el mundo.

El figging consiste en la utilización de la raíz del jengibre para introducirlo por el ano y provocar placer partiendo del dolor. Esta práctica sexual comenzó utilizándose en el Imperio Romano y no precisamente para dar placer ni de forma consentida. Al parecer, esta técnica se utilizaba como una forma de castigo con las esclavas, ya que el ardor que produce es tremendamente fuerte y las paralizaba impidiendo así que se movieran.

 

Esta práctica no queda aquí, ya que también se solía emplear en animales, concretamente en caballos, a los que se les introducía el jengibre por el ano para que tuvieran la cola levantada en todo momento. Está claro que, en sus comienzos, esta práctica sexual se trataba de una forma de tortura para las mujeres a las que sometían introduciéndoles el jengibre. Con el paso de los años esto ha evolucionado, pero la práctica sigue siendo muy similar.

En mujeres y en hombres
En la actualidad, el figging es una práctica sexual que se puede realizar tanto con hombres como con mujeres. Básicamente, esta práctica sexual es una técnica de BDSM, por lo que no todo el mundo está dispuesto a llevarlo a cabo, ya que el dolor rozando el placer es la base del figging. El jengibre tiene una forma un tanto particular por lo que hay que prestar atención a la forma en la que se va a llevar a cabo esto en el momento de las relaciones sexuales.

En el caso de las relaciones sexuales entre hombres, es fundamental que el jengibre se pele y corte dejándolo con una forma de tapón anal, esto es con la parte que se va a introducir más fina que el otro extremo. Hay que ser precavido con la utilización del jengibre para que no pase de ser una práctica sexual a un problema de salud.

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Lo que se sentirá al introducir el jengibre por el ano es una mezcla entre calidez llegando al ardor o un cosquilleo. Lo cierto es que para algunas personas puede ser muy placentero pero para otras no lo es tanto. En las mujeres, el procedimiento puede ser el mismo si está de acuerdo en que se introduzca por el ano, o bien al revés, que se introduzca a través de la vagina. Otra forma de practicar el figging es extrayendo el jugo del jengibre y frotarlo contra el clítoris, así será esta parte la que sienta el ardor y cosquilleo producido por este alimento. Otra forma es espolvorearlo molido por las partes íntimas de la persona.

Otros alimentos
Lo cierto es que esto se lleva a cabo con el jengibre pero hay otros productos con los que se podría practicar el figging y sentir lo mismo que con este producto. Si se quiere probar con distintos alimentos, los más acertados serían la cebolla o las guindillas. Al final, se trata de productos que provocarían ardor o escozor que, en las partes íntimas lo que provocan es un calor muy intenso y algo de ardor que, a algunas personas, les puede resultar de lo más placentero.

Riesgos
Los riesgos que puede conllevar el figging no son demasiados, puesto que solo produce ardor durante un tiempo de aproximadamente 20-30 minutos. Es cierto que el jengibre se trata de una planta irritante, pero si se lleva a cabo de una forma correcta no tiene por qué producir mayores problemas. Algo importante a tener en cuenta es que la raíz que se introduce por el ano o vagina esté lisa sin nada puntiagudo que pueda provocar heridas. Además, hay que introducirlo de forma lenta y con cuidado, así como sopesar si será necesario la utilización de lubricante o no.

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Otro aspecto a tener en cuenta es que, cuando se saque del todo la raíz del jengibre no hay que dejarse nada dentro, porque ese alimento ahí sí que puede provocar escozor y problemas a largo plazo. Tampoco hay que olvidarse de una correcta higiene, entre lo que se encuentra lavarse las manos después de haber estado en contacto con el jengibre porque si se tocan los ojos el escozor y ardor sería muy poco placentero como en otras partes del cuerpo.

Probar o no probar
Este tipo de práctica es algo más arriesgada que otras por lo que hay que hay que hablarlo muy claramente con la pareja. Ambos o ambas deben estar de acuerdo en practicar este tipo de práctica sexual BDSM y saber conscientemente lo que van a hacer. Este tipo de práctica puede resultar humillante para la persona a la que le están introduciendo el jengibre por el ano, pero lo cierto es que esto puede excitar mucho a las dos personas que lo están llevando a cabo. Para algunas personas la sensación puede ser tremendamente insoportable, pero para otras no, y decidir que quieren probar para ver qué se siente. Ya está en cada uno el tomar la decisión.

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