Mitos sobre el clímax y el placer femenino

Es parte de nuestra naturaleza buscar el goce sexual y el placer. Conforme ha ido cambiando la sociedad y las generaciones, algunos mitos se han ido desmintiendo y quitando de prejuicios.

Los 40 informa, que dependiendo de la cultura el tema "orgasmo y placer femenino" va cambiando, en algunas comunidades se les prohibía llegar al éxtasis y por ejemplo en otras es rara la mujer que no tiene más de dos orgasmos.

Estos son los mitos que giran en torno al placer y orgasmo femenino.

1. Sólo la cuarta parte de las mujeres llega al orgasmo durante la cópula sin necesidad de estimular a la vez el clítoris, y únicamente 1.5% utiliza un objeto para simular la penetración cuando se masturba.

2. Los Bantús, una tribu africana, le tienen tanto miedo a las contracciones orgásmicas de la vagina, que prefieren eyacular entre las rodillas de sus esposas.

3. En la antigua china se inventaron las -hasta ahora- populares "ben-wa" o "bolas de geisha" que insertaban en sus vaginas para que el roce constante estimulara su punto G, proporcionándoles una placentera y orgásmica sensación durante el día.

4. Aristóteles y Platón estaban convencidos de que el erotismo femenino podía llegar a ser tan fuerte que, durante el coito, una mujer podía partir en dos a un hombre por sus caderas.

5. Poseídas o en arrebato místico, histéricas convulsionadas o libertinas: así fueron llamadas las mujeres que se atrevieron a explorar en el pasado su placer sexual.

6. En el continente africano, los Masai sólo tienen relaciones de noche, cuando ellas están cansadas, porque si no su orgasmo sería capaz de convertir el semen en agua, según sus creencias.

7. El término ''Petit Mort'' para definir el orgasmo, viene de la idea que tenían los franceses de que durante la muerte la última sensación era un orgasmo.

8. Los Isabelinos vivían convencidos de que cada clímax les restaba un minuto de vida.

9. Los hombres de la tribu africana de los Benín, hacen que las mujeres se casen entre sí para darse placer entre ellas, y cuando desean tener hijos alquilan un varón para que les haga el trabajo.

10. A principios del siglo XX algunos médicos vieneses extirpaban el clítoris, porque consideraban que el orgasmo podía provocar en la mujer debilidad mental y dificultades para tener hijos.

11. En África y Nueva Guinea algunos pueblos comparten la creencia de que la vagina tiene escondidos dientes que pueden morder el pene del varón, si el deseo femenino se torna ingobernable.