Discurso de Nicaragua en la Reunión Virtual G-77

nicaragua

Señor Presidente,
Ministros,
Damas y Caballeros

Agradecemos a la República Cooperativa de Guyana la excelente coordinación del grupo durante este difícil año.

Deseamos dar la bienvenida a la República de Guinea como Presidente del grupo en 2021 y aseguramos nuestro apoyo a su presidencia.

Nicaragua apoya la Declaración Ministerial que se aprobará más adelante y reitera su firme compromiso con el renacimiento del multilateralismo, la cooperación y la solidaridad.

 

 

Es imperativo suspender inmediatamente las medidas económicas coercitivas unilaterales impuestas ilegalmente a nuestros pueblos. Estas agresiones son uno de los principales obstáculos para erradicar la pobreza y avanzar hacia el Desarrollo Sostenible. Un total de 39 países con más de 2.000 millones de habitantes han sido víctimas de estas violaciones de los derechos humanos por parte de países que se consideran moralmente superiores a todos los demás, se autoproclaman vigilantes e imponen sus agresiones extraterritoriales totalitarias a otros, una forma muy virulenta del siglo XXI. El neocolonialismo del siglo XXI. Estas meddas son impuestas por la dictadura del sistema de transferencias bancarias mundiales.

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La continuación de las medidas coercitivas en tiempos de pandemia eleva su ilegalidad al nivel de un crimen de lesa humanidad al reducir tanto la salud preventiva como la capaci-dad de atención de la salud.

El mundo se enfrenta ahora simultáneamente a los efectos de la nueva pandemia del Coronavirus y de la enfermedad COVID-19, al impacto de los grandes cierres, a la gran depresión eco-nómica de 2020 y a la extrema desigualdad, así como al inicio de una Segunda Guerra Fría.

La recuperación de esta situación, además de las medidas económicas y sociales, también requiere generar confianza y esperanza en el futuro.

Si lo único que la mayoría de la humanidad ve en el decenio de 2020 son brotes recurrentes de COVID-19, repetidos cierres de empresas, quiebras de negocios, pérdida de empleos y un futuro incierto, los consumidores consumirán muy poco, los inversores invertirán muy poco y la recuperación será a largo plazo.

Una forma de crear confianza y esperanza para el futuro es basar la recuperación en un compromiso internacional para alcanzar los objetivos del IPCC de una reducción del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y cero emisiones netas para 2050.

Eso nos permitiría evitar las peores consecuencias del cambio climático. El nuevo Coronavirus y el COVID-19 demuestran lo mal preparados que estamos para enfrentar nuestras amenazas de alto riesgo, y lo poco que invertimos política y económicamente para evitarlas, lo que también se aplica a la amenaza del cambio climático.

Si el cambio climático no es la primera prioridad de la recuperación económica, no zarpará, sino que se hundirá en un mar tempestuoso de prioridades contrapuestas. El futuro de la humanidad está literalmente en juego.

Muchas gracias.