Carta de Monseñor Pedro Casaldáliga al Comandante Daniel

PRELAZIA DE SAO FELIX DO ARAGUAIA
Ag. Postal de S. Félix do Araguaia
78.380 – MT – Brasil

Sao Félix do Araguaia, MT
2 de octubre de 1985

Al Comandante Daniel Ortega,
Presidente de NICARAGUA LIBRE,
compañero y hermano

Un abrazo ya desde mi Mato Grosso, para Vd, Daniel, para Rosario, para sus compañeros comandantes, para esa “escolta” querida, para tantos amigos como hice ahí, en esos dos meses de comunión –entre el dolor y la esperanza-.

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Llevo Nicaragua en mi vida ahora como un amor, como un hijo, como una causa. Cuen-tan con mi amistad, con mi palabra, con mi oración.

He intentado pasar la noticia, con entrevistas, charlas, artículos, dentro y fuera del Bra-sil.  Habrán visto ya mi texto “Así he visto Nicaragua”.  Envío ahora una carta circular que dirigí a los 23 obispos soli-darios, a las entidades y a otros muchos amigos del Brasil y del exterior. Con esta fecha escribo a las Comunidades y Centros de Pastoral de Nicaragua.

Y parto pasado mañana para “la montaña” de la diócesis –montaña poca, aquí-, para visi-tar las comunidades y contarles lo que he visto y oído, entre Vdes. Sigue la solida-ridad. Siguen las vigilias, semanalmente o mensualmente.

Hablé por teléfono con el Sr. Embajador, en Sao Paulo. Acababa de encontrarse con el Cardenal Arns, interesadísimo, y con voluntad de ver a todo el Episcopado del Continente comprometido con la Paz de Centroamérica.

Espero que la causa de la Paz y sus gestiones sigan adelante, a pesar de tanta mentira y manipulación. Dios y los Pobres y la vo-luntad dignísima de su Pueblo podrán más, Daniel.

Escucho de vez en cuando “Ay Nicaragua, Nicaragüita” y me da un escalofrío… A Miguel, Ernesto y Fernando –mis curas “prohibidos”, heroicos servidores de su Pueblo- un abrazo especial. Que sigan fieles y felices. El Señor está con ellos.

Hasta siempre y cada día.

Venceremos. En esta Esperanza, le abraza con mucha amistad este compañero, nica por pasión. Todos los días mi primera oración es por Centroamérica.

Fraternalmente,

-A mi “ahijado” y a los otros peques, un be-so.

Pedro Casaldáliga