Para muchos de los treintones y para arriba, Bam Margera es un personaje que recordamos por aquellas tardes de MTV. A través del programa Jackass, mirábamos su talento en el skate, así como para hacer payasadas que nos sacaban carcajadas. Recientemente, ya con varios años encima, Margera mandó un saludo a Nicaragua.
El saludo es en el contexto de la tienda Nuggeteros, ubicada en Masaya; la cual se dedica full a potenciar el skate en el país por medio de venta de artículos relacionados. Revisando un poco su Instagram, te das cuenta de que llevan todo ese flow, esa vibra muy característica del skate y que lo asumen con una impronta muy positiva.
«Les habla Bam Margera y solo quiero decir, Nicaragua, ¡vamos! Managua, Masaya, yeah!»; dice en el corto video Margera (es lo que le entiendo, su inglés es algo complejo), en donde se nota que los años no perdonan a cualquiera.
No podemos negar que Bam tuvo varios años complicados luchando con adicciones, pero en los últimos ha buscado retomar su imagen. Tanto así, que tuvo en marzo de este año un encuentro fructífero con Tony Hawk, la leyenda del skate y amigo personal; para recordar viejos tiempos.
Skate en Nicaragua sigue en alza
Ese saludo, que muchos aún no terminan de creer que sea real, también es un guiño a cómo el skate en Nicaragua ha ido agarrando impulso; ya no solo como pasatiempo, sino como cultura urbana, deporte y forma de vida.
Además del empuje independiente de tiendas como Nuggeteros, hay un factor clave: el apoyo de la Alcaldía de Managua, que ha habilitado espacios como el Parque Luis Alfonso Velásquez, donde día a día se ven skaters tirando trucos, aprendiendo y compartiendo.
Ahí también se ha consolidado la Academia de Skateboarding «Leones», una iniciativa que busca formar a nuevas generaciones desde la base, con enfoque en técnica, disciplina y —sobre todo— en comunidad. Jóvenes que quizás antes no tenían ni una tabla, hoy entrenan en grupo, se motivan entre sí y construyen una escena que está más viva que nunca.
Este saludo express de Bam Margera no es casualidad. Algo está pasando aquí. Y si el skate fue durante años una contracultura que se movía en los márgenes; hoy empieza a reclamar su espacio con identidad, con calle, pero también con estructura.
