Montada en toro, Eveling cambia el miedo por la adrenalina y los aplausos

Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8
Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8

¿Quién dice que solo los hombres pueden montar un toro? Eveling Elizabeth Pérez Rocha, de 33 años, rompe con este estereotipo. Montada a lomo de toros bravos, desafía el peligro arriesgando su vida en cada rodeo al que llega.

Su pasión por este deporte extremo comenzó a los 4 años, en una finca de su tío en el municipio Tisma. Sin dudarlo se montó en un ternero que la anduvo entre brincos por todo el patio de la casa, según una anécdota contada por su mamá, Estela Rocha.

“Había unos terneros gemelos y va a creer que se monta un ternero y sale por el pasillo y ella bien agarrada del ternero, así que eso viene desde que estaba chiquita ella”; manifestó Rocha.

Fue a la edad de 16 años que Pérez comenzó a sentir ganas de montar en una “barrera”, como se conoce popularmente, y le costó caro. Fue castigada por su mamá.

Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8
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Pasión por estar al lomo de un toro

“A la edad de 16 años yo fui a Las Banderas. Ahí fue mi primer toro que monté en bramadero para el año 2016. Recuerdo que mi mamá hasta me pegó, pero ya después de ahí no me pudo detener porque tenía una adrenalina muy bonita”; entre sonrisas expresó Eveling Pérez.

“Esa primera vez le pegué cuando vine, le pegué. Le digo qué hacés vos que te mate un animal de esos, pero ya después no la pude detener”; dijo la orgullosa mamá.

El tabú y el machismo ha quedado de un lado y ella al montar solo piensa en no ser derribada por el toro.

“Ella es más que hombre. Usted sabe, encajarse a un animal, ahí sí como dice el dicho le cuerea”; enfatizó Doña Estela.

Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8
Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8

Valentía y pasión

“Muy caliente el cuerpo, la adrenalina, los aplausos del público. Eso simplemente es otro nivel”; dijo Pérez.

Mide 1,60 metros de estatura, las montas le han dejado golpes y fracturas como recordatorio de lo peligroso que es, e incluso ya estuvo a punto de perder la vida.

“Desde que llega uno a una manga, que es el cajón, es algo que nosotros mentalmente lo dominamos. Y sí, he estado quebrada, costillas reventadas, heridas en la cara, en San Marcos, Honduras, en Cuapa, Chontales, en Costa Rica. También en un lugar que se llama Tempate me dieron un toro campeón, solo recuerdo que pedí puerta (salir de la arena). El toro me puso en los cachos y estuve en coma tres días”; recuerda Pérez.

Pérez también participa en rodeos locales e internacionales, en los que se premia la permanencia por más de ocho segundos sobre el animal; siendo reconocida con trofeos y medallas.

Igualmente, llama la atención que los montadores hacen gestos, señas o rituales antes de subirse al toro como protección o petición de salir vencedores.

En la plaza no están solos con el toro, sino también ante decenas de bulliciosos espectadores que esperan un buen espectáculo.

Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8
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Un show de pura adrenalina

Eveling su pasión por montar toros lo lleva de la mano con un grupo de monta llamado «Espuelas Indomables»; donde pretende promover una mayor participación femenina en esta singular actividad.

“Me siento muy orgullosa, no solo los hombres pueden, nosotras las mujeres también podemos”, concluyó Eveling.

“Ella a veces está que quiere montar, pero yo digo que es algo como cuando se llega a una fiesta y hay ‘chicheros’, da ganas de bailar, entonces me imagino que así es eso lo que ella siente”; finalizó su tía Luisa Peña.

Su madre dice sentirse con un orgullo, pero a la vez con dolor y con el temor de cualquier mala noticia. Sin embargo, sabe que lo de su hija es talento y la apoya.

La «Reina del jaripeo» a como le conocen a esta valiente mujer, originaria de Tipitapa; piensa retirarse hasta que Dios se lo permita.

Foto: Eveling, una valiente montadora de toro en Tipitapa / TN8
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