Masacre en Bosques de Xiloá: 46 años después, la memoria sigue viva

Foto: Masacre en Bosques de Xiloá: 46 años después, la memoria sigue viva/ Cortesía

Este sábado se conmemoran 46 años de una de las masacres más atroces cometidas en los días finales de la dictadura somocista. El 12 de mayo de 1979, fuerzas combinadas de la Guardia Nacional (GN), la Oficina de Seguridad Nacional (OSN) y las unidades BECAT, llevaron a cabo un operativo militar en los repartos Bosques de Xiloá y Los Loyes, ubicados cerca de Ciudad Sandino, dejando un saldo de 11 personas asesinadas, incluidos tres niños.

La operación inició a las dos de la tarde. Simultáneamente, agentes armados irrumpieron en viviendas identificadas como refugio de militantes y colaboradores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en momentos en que sus habitantes realizaban actividades cotidianas.

Uno de los principales blancos fue la casa del ingeniero Alfonso González y su esposa, Carmen Chamorro. En la misma, tres niños —Juan Bosco González Chamorro, Constantino Chamorro Mejía y Francisco, hijo del jardinero— fueron acribillados. Alfonso fue capturado con vida, sometido a interrogatorio y posteriormente ejecutado dentro de su propia vivienda.

También fue asesinada Sandra Delgado Roque, de 17 años, trabajadora doméstica de la familia, originaria del barrio indígena de Sutiaba en León.

Asesinatos extrajudiciales

A pocas cuadras, el ingeniero Omar Hassan y su acompañante Cristhian Pérez Leiva fueron interceptados por patrullas cuando intentaban evitar la zona militarizada. Tras ser golpeados y detenidos, ambos fueron ejecutados dentro del vehículo en el que viajaban. El informe forense reveló disparos a corta distancia y signos de tortura.

Simultáneamente, en el reparto Los Loyes, los guardias abrieron fuego contra una célula clandestina del FSLN sin mediar enfrentamiento. Entre los muertos se encontraban Ricardo Orúe Navarro, Bertilda Morales, Miguel Gutiérrez y Francisco Jarquín. La vivienda funcionaba como taller de comunicaciones y fabricación de explosivos.

Tortura y sobrevivientes

En otra vivienda, María del Socorro Pérez, de 17 años, fue capturada y trasladada a centros clandestinos de detención, donde fue brutalmente torturada antes de ser liberada dos días después. Su testimonio, junto a otras evidencias forenses, desmintió la versión oficial de la GN, que alegaba haber sido recibida a tiros.

Gracias a la intervención del coronel Nicolás Valle Salinas, las hijas del matrimonio Sergio Lacayo y Lucrecia Puente lograron ser rescatadas antes de que la vivienda fuera allanada.

Vidas truncadas

Las víctimas de esta masacre fueron hombres, mujeres y niños, muchos de ellos con formación académica destacada y comprometidos con la lucha contra la dictadura. Entre ellos:

  • Omar Hassan Morales, ingeniero civil y padre de tres niñas.

  • Cristhian Pérez Leiva, dirigente estudiantil y militante del FSLN.

  • Alfonso González Pasos, ingeniero agrónomo.

  • Ricardo Orúe Navarro, especialista en comunicaciones.

  • Tres menores: Juan Bosco González, Constantino Chamorro y Francisco.

Memoria y justicia

Este hecho, registrado semanas antes del triunfo de la Revolución Sandinista, permanece como símbolo del costo humano de la lucha contra la dictadura somocista. Los familiares y sobrevivientes siguen exigiendo memoria, verdad y justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos en ese periodo.