Bajo el sol ardiente de Managua, el agua de coco se ha convertido en el mejor aliado para calmar la seda y revitalizar el cuerpo. Con su sabor dulce y natural, esta bebida no solo refresca, sino que también aporta múltiples beneficios para la salud.
En el kilómetro 19 de la Carretera Panamericana Norte, un grupo de vendedores ambulantes ofrece frescos de cocos a los viajeros y locales que transitan por la zona. Con destreza, corten la fruta y la sirvan en su propio envase natural, permitiendo que cada cliente disfrute de un refresco puro y sin conservantes.
Esmeralda Peña mencionó: “Nosotros tenemos a la venta cocos helados, frescos, los que vienen desde el norte del país. Los tenemos, dependiendo del tamaño, de 20, 30 hasta 40 córdobas”.
Pero no solo en este punto se encuentran estos trabajadores incansables. En distintos rincones de Managua, como en el sector de los semáforos del antiguo Hospital Militar, los vendedores ambulantes llevan consigo este regalo de la naturaleza.
“Se vende bastante en la temporada de calor. Los tenemos de 15 a 40 córdobas, depende del tamaño”, comentó Darling Pavón, vendedora de cocos.
Comerciantes de cocos en Managua: una tradición que sigue creciendo
El agua de coco, rica en electrolitos, vitaminas y minerales, es ideal para la hidratación, la digestión y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Su bajo contenido calórico y la ausencia de aditivos la convierten en una alternativa saludable frente a las bebidas artificiales.
“El agua de coco es muy buena para hidratar, subir las plaquetas, además es una bebida que se puede tomar a toda hora. Por eso les invitamos a comprarnos a los vendedores del sector de los semáforos del antiguo Hospital Militar”, expresó Alfredo Lacayo, vendedor de cocos.
“Ahora ya no estamos sobre la carretera, pero nos encontramos en la marginal. Solo bajan y ya estamos todos los comerciantes de cocos ofreciendo esta fruta fresca y natural. Además, su compra nos ayuda a nuestra economía”, destacó Margarita Mendoza, vendedora de cocos.
