Cardenal Leopoldo Brenes lamenta hechos violentos ocurridos en Masaya

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El Cardenal Leopoldo José Brenes lamentó la noche de este sábado los incidentes que se están dando en estos momentos en Masaya y exhortó a todas las personas parar esta situación lo más pronto posible para evitar más muertes.

"Esta situación en vez de darnos fraternidad nos da más luto y dolor. Sigamos orando, nuestra madre (virgen María) de seguro está derramando sus lágrimas, cuenten con mis oraciones para que la paz pueda detener estas situaciones contrarias a la fraternidad de nuestro pueblo", lamentó el Cardenal Brenes.

El mercado de artesanías en Masaya, uno de los más históricos de toda Nicaragua, ardía en llamas la tarde del sábado. Los causantes se presume sean las mismas personas violentas que se han afianzado en crear caos en este departamento.

Diferentes videos de pobladores aledaños muestran las lenguas de fuego y cómo se consumía un buen sector de este centro de compras, mientras personas sorprendidas y asustadas observaban el incendio.

 

La noche del viernes la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) mediante una nueva conferencia de prensa pidió el cese de la violencia y permitir en el menor tiempo posible el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar la ola de violencia desatada en el país a raíz de protestas que iniciaron desde el 18 de abril. 

 

Por su parte, Rosario Murillo, vicepresidenta de la República de Nicaragua, comunicó al pueblo esa misma noche el compromiso total del Gobierno para el diálogo nacional, recibiendo de forma respetuosa el comunicado que envió la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y asegurando que trabajarán en todos los pasos necesarios para establecer la verdad y la paz en el país.

En el comunicado del Gobierno se indica que con honor recibieron la comunicación de la Conferencia Episcopal, en donde han analizado con mucha atención, responsabilidad y cuidado cada una de las recomendaciones expuestas por los obispos de Nicaragua, reconociendo en ellos el aliento evangélico característico de la noble labor pastoral.