Antes de convertirse en íconos globales, Los Beatles eran solo cuatro jóvenes británicos hambrientos de gloria. En los tempranos años 60, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Pete Best (luego reemplazado por Ringo Starr) pulieron su arte en los clubes de Hamburgo, Alemania.
Lugares como el Indra y el Kaiserkeller fueron testigos de maratónicas jornadas donde tocaban hasta siete horas por noche, desatando un rock and roll feroz que electrizaba al público.
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Fue allí donde desarrollaron su resistencia física, una conexión casi telepática entre ellos y ese sonido crudo y directo que más tarde conquistaría al mundo.
El punto de quiebre llegó con su histórica presentación en The Ed Sullivan Show en 1964, marcando su despegue internacional y dando paso a conciertos multitudinarios como el del Shea Stadium ante más de 55.000 fanáticos.

Lo que pocos saben del pasado de Los Beatles
A pesar de las limitaciones técnicas de la época, la energía de la banda eclipsaba cualquier problema acústico. “Twist and Shout”, versión de un tema originalmente grabado por The Top Notes; se volvió su himno más visceral. Fue la canción más interpretada en vivo por el grupo, con 384 presentaciones, según setlist.fm.
En 1966, tras su último concierto en San Francisco, Los Beatles decidieron abandonar los escenarios para enfocarse en la experimentación de estudio. El retiro no frenó su innovación: discos como Revolver y Sgt. Pepper’s marcaron una nueva era.
Sin embargo, “Twist and Shout” quedó como símbolo de sus inicios: una descarga brutal de juventud, sudor y pasión.
En cada grito de Lennon vive el eco de una revolución musical que empezó en los bares oscuros de Hamburgo y terminó transformando la historia del rock.