Chyno Miranda habla de su proceso: «pensé se me acabó mi carrera»

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A finales de octubre, siete meses después de haber superado la enfermedad del coronavirus que le provocó dolores musculares extremos y falta de oxígeno, Chyno Miranda percibió que algo no estaba bien en su cuerpo. 

“Empecé a sentir molestias en los dedos de los pies, luego un hormigueo”, cuenta el venezolano de 36 años, quien caminando hacia su coche junto a su esposa Natasha Araos dejó de sentir las extremidades inferiores y tuvo que buscar un lugar para sentarse.  “Empecé a sentir entumecimiento y dolores fuertes en mis piernas”.

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Los malestares se fueron intensificando al grado de que una noche mientras dormía el dolor fue insostenible. “Cuando decidimos meterlo al hospital ya no podía moverse, se me cayó de la cama”, recuerda consternada Araos, de 35 años, de ese episodio vivido en su casa en Miami. 

“Cuando le dio el calambre en las piernas fue tan fuerte que se volteó de la cama y se cayó y fue cuando dije: 'Esto tiene que pasar a manos de profesionales'”.

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Foto: El diagnóstico fue devastador, pero hoy ya se recupera /Referencia

Recuperación 

El diagnóstico fue devastador. “[La] COVID-19 desencadenó un compromiso en el sistema nervioso que se [convirtió] en una neuropatía periférica”, cuenta el cantante cuyo nombre de pila es Jesús Alberto Miranda de la condición en que nervios dañados pueden causar, entre otros malestares, debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies. “Imagínate, en una cama, sin caminar, lo primero que pensé fue se me acabó mi carrera artística”.

Por suerte, su compañera de vida y madre de su hijo Lucca, de un año, le inyectaron ganas de luchar y vivir. “Me dije a mí misma: 'Bueno Natasha, no podemos hacer nada, ya sucedió, ya lo tiene, ahora el gran trabajo que tienes es tuyo para fortalecer a tu esposo'”, cuenta la venezolana a quien los primeros días le prohibieron la entrada al hospital debido a la pandemia, pero posteriormente logró ver a su marido cada tercer día y hasta logró que su retoño viera a su papi al otro lado de una ventana. 

Empezó la recuperación con terapias hospitalizado todo un mes”, continúa. "[Hoy los doctores] me dan un pronóstico que en marzo puede estar mejor. Me dicen que la evolución ha sido grandísima. Jesús ha dado todo de sí”.