El informe, publicado este lunes, revela que el primer objetivo declarado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, era destruir el programa nuclear de Irán, al que calificó como una supuesta «amenaza existencial».
No obstante, el documento destaca que las reservas de uranio enriquecido al 60% en poder de Irán siguen intactas.
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«Si bien el programa nuclear de Irán podría haberse retrasado algunos meses, no fue destruido»; indica el informe. Esto contradice las declaraciones iniciales de Netanyahu, quien prometió un impacto decisivo en la capacidad nuclear iraní.
El segundo objetivo de Israel era desmantelar el programa de misiles balísticos de Irán, también calificado como una amenaza existencial. Sin embargo; medios israelíes citan a un alto funcionario militar de Tel Aviv que admite que no existe una base de inteligencia sólida para afirmar que esa capacidad haya sido eliminada.
Conflicto Israel-Irán
Durante el conflicto, Netanyahu añadió un tercer objetivo: cortar el financiamiento iraní a movimientos de Resistencia, como Hezbolá, Hamás y Ansarolá. A pesar de ello; el informe confirma que Irán continúa apoyando a estos grupos sin restricciones.
El documento concluye que Israel engañó al público sobre las pérdidas sufridas durante los ataques de represalia iraníes. Aunque se prometió una campaña militar efectiva, los resultados han sido muy distintos a lo anunciado.
La guerra entre Israel e Irán comenzó el 13 de junio y duró 12 días, dejando como saldo un revés militar para Israel y un daño a su credibilidad internacional.
Irán, por su parte, demostró una firme capacidad de resistencia y una respuesta militar eficaz; incluyendo un ataque con misiles a una base aérea estadounidense en Catar.