En las afueras de Milán, dentro del centro penitenciario de Bollate, se encuentra «In Galera», un restaurante único que ha captado la atención no solo por su propuesta gastronómica, sino por su impacto social.
Este establecimiento, gestionado por reclusos y abierto al público, se ha convertido en un símbolo de cómo la cocina puede ser una herramienta de redención y reinserción laboral; para quienes buscan una segunda oportunidad.
Durante la conferencia «Girasoli d’inverno» («Los Girasoles de Invierno»), celebrada en la Ciudad Metropolitana de Milán; se destacó el papel de la alimentación como un sector clave para la formación y reinserción laboral de los presos. Diana De Marchi, concejala delegada para políticas sociales, resaltó que este sector ofrece oportunidades únicas para quienes buscan un nuevo comienzo.
Giorgio Leggieri, director de la prisión de Bollate, explicó que «In Galera» no solo es un espacio de reinserción laboral; sino también de alta formación profesional. Además, el restaurante sirve como un vínculo crucial entre los reclusos y la comunidad exterior; fomentando la responsabilidad y previniendo riesgos como el malestar psicológico; las autolesiones y el suicidio.
Proyectos más allá de la cocina en In Galera
La iniciativa no se limita al ámbito culinario. Coldiretti, la Confederación Nacional de Cultivadores Directos, ha impulsado proyectos para formar a los reclusos en el sector agrícola.
Ettore Prandini, presidente de Coldiretti, destacó la importancia de los huertos penitenciarios, donde se cultivan productos de temporada y se promueve la biodiversidad del modelo agrícola italiano.
El éxito de «In Galera» y otros proyectos similares demuestra que el trabajo no solo es una forma de ocupar el tiempo. Es una herramienta poderosa para la reinserción social y la prevención de problemas psicológicos. Estos programas ofrecen una segunda oportunidad a quienes buscan redimirse; al tiempo que contribuyen a la sociedad con productos y servicios de alta calidad.