El secretario general de Hezbolá, Sheikh Naim Qassem, reiteró que la resistencia libanesa no negociará su arsenal con ninguna potencia extranjera, y mucho menos con Israel, a quien acusó de violar sistemáticamente el alto el fuego en el sur del Líbano.
“No aceptaremos que nos humillen, ni que nadie nos amenace para hacer concesiones”; expresó durante un acto de la Ashura en el Complejo Sayyed al-Shuhada.
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Qassem afirmó que la cuestión de las armas pertenece exclusivamente al pueblo libanés y no puede ser condicionada desde fuera. “Israel no tiene ningún derecho a intervenir ni supervisar nuestras decisiones”; subrayó, recordando que Tel Aviv ha cometido más de 3.700 violaciones del cese al fuego.
El líder de la resistencia libanesa sostuvo que la amenaza de Israel no se limita al pueblo musulmán: también representa un peligro real para cristianos, judíos y cualquier comunidad que defienda la dignidad y la soberanía. “Nadie podrá convivir con ese peligro que se extiende y propaga”; advirtió.
Hezbolá desafía a Israel
Frente a la inacción de otros actores regionales, Qassem reivindicó que Hezbolá decidió enfrentar a Israel por motivos humanos, islámicos, patrióticos y en defensa de las generaciones futuras. “Dios nos ha prometido una victoria inevitable. Antes de ella, vendrán muchas otras, en distintos niveles”; señaló.
Convencido de que “la verdad y la razón están del lado de la resistencia”, aseguró que el movimiento continuará firme y no se rendirá. “Una victoria generalizada llegará, y antes de eso, veremos múltiples triunfos”; concluyó.
