Hallan el cadáver de una mujer en el estómago de una pitón en Indonesia

Pitón de más de seis metros devoró a una mujer de 54 años en Indonesia
Foto:Pitón de más de seis metros devoró a una mujer de 54 años en Indonesia/Cortesía

Asustados se encuentran los habitantes de una aldea rural en el sur de Indonesia después de reportar como desaparecida a una mujer de 54 años tras encontrarla en el estómago de una serpiente pitón.

Según los que detallaron fuentes oficiales, el cadáver de la mujer, que estaba desaparecida desde el pasado domingo ha sido encontrado en el estómago de una serpiente pitón después de que los lugareños mataran al animal.

La mujer, identificada como Jahrah, había desaparecido el pasado domingo en una aldea rural localizada en el distrito de Betara, en el sur de Indonesia. Y su cadáver lo hallaron en el interior de una pitón un día después; según la información de la policía local emitida este martes.

 

Pitón de más de seis metros devoró a una mujer de 54 años en Indonesia
Foto:Pitón de más de seis metros devoró a una mujer de 54 años en Indonesia/Cortesía

Trágica muerte de una muerte en Indonesia

Además, las autoridades explicaron que iniciaron una operación de búsqueda junto a los lugareños después de que el marido de la víctima hallara algunas de sus pertenencias, entre ellas una sandalia, un cuchillo, un pañuelo y una chaqueta, en una plantación de caucho.

Por lo tanto, en la mañana del lunes, los agentes localizaron a una «serpiente pitón grande», de casi siete metros de largo y con el estómago hinchado; por lo que sospecharon que el animal podía haber atacado a la mujer.

Pitón de más de seis metros devoró a una mujer de 54 años en Indonesia
Foto:Pitón de más de seis metros devoró a una mujer de 54 años en Indonesia/Cortesía

«Al abrir el estómago a la serpiente, resultó que efectivamente había una mujer y se comprobó que era Jahrah»; señala el documento oficial.

La policía de Indonesia hizo un llamamiento para que las personas estén «más atentas» a la posible presencia de animales salvajes mientras trabajan en campos o plantaciones.

Milenio.com