Después de más de cien años cerrado y convertido en un campo de golf, El Octágono, uno de los sitios arqueológicos más misteriosos de Estados Unidos, reabrió sus puertas al público el 1 de enero de 2025.
Esta majestuosa estructura de tierra, construida hace unos 2.000 años por la enigmática cultura Hopewell, vuelve a ser accesible para quienes buscan comprender el pasado profundo del continente americano.
Ubicado en Newark, Ohio, El Octágono forma parte de las llamadas Obras Ceremoniales de Tierra Hopewell, una red de enormes formaciones geométricas de tierra —como círculos, cuadrados y octágonos— esparcidas por el centro y sur del estado. Estos montículos no eran defensivos; sino espacios rituales, de reunión y observación astronómica.
Durante siglos, miles de nativos americanos recorrieron grandes distancias para congregarse en estos lugares. El guía y arqueólogo Brad Lepper explicó que el Octágono y el Gran Círculo, también en Newark, conformaban un complejo ceremonial único; de más de 11 km², unido por caminos flanqueados por muros de tierra.
El Gran Círculo, por ejemplo, tiene 365 metros de diámetro y muros de más de 4 metros de altura, con una profunda zanja en su interior. El Octágono, aún más impresionante, se extiende por 20 hectáreas y está conectado al Círculo del Observatorio, una zona clave para rituales nocturnos.
Matemática y astronomía en tierra firme
Uno de los aspectos más fascinantes del legado Hopewell es su dominio de la geometría y la astronomía. Aunque no dejaron registros escritos, sus obras revelan un profundo conocimiento técnico: el perímetro de un círculo coincide con el de un cuadrado cercano, y otras medidas se repiten con sorprendente exactitud en distintas estructuras. Una medida clave es 321,2 metros, presente en varias de estas obras.
La reapertura del Octágono representa más que la recuperación de un sitio arqueológico: es una oportunidad para reconectar con la historia indígena de Norteamérica.
Recuperación del Octágono
Durante años, el lugar estuvo arrendado por un club de golf. Luego de largas negociaciones, la organización Ohio History Connection logró recuperar el control del sitio en 2024; abriendo así una nueva etapa de divulgación, protección y participación indígena en la interpretación del patrimonio.
La reapertura del Octágono invita a replantear la narrativa histórica de Estados Unidos y a reconocer los logros de las culturas originarias que florecieron mucho antes de la llegada de los colonos europeos.
