China convierte sus desiertos en el mayor «mar azul» fotovoltaico del mundo

Foto: Proyectos fotovoltaicos en China transforman terreno arenoso/Cortesía
Foto: Proyectos fotovoltaicos en China transforman terreno arenoso/Cortesía

En un espectacular giro ecológico, los desiertos de Kubuqi y Ulan Buh, en la región autónoma de Mongolia Interior (norte de China), están siendo transformados en vastos «mares azules» de energía limpia gracias a proyectos fotovoltaicos a gran escala.

Imágenes captadas por drones entre el 5 y 7 de junio de 2025 muestran como miles de paneles solares cubren extensiones antes dominadas por arena, combinando generación de energía con control de desertificación. Este modelo no solo produce electricidad renovable, sino que también frena el avance de las dunas, beneficiando al medio ambiente y las comunidades locales.

Las autoridades destacan que estos proyectos forman parte de la estrategia china para liderar la transición energética global. Según expertos, la combinación de energía solar y recuperación de suelos áridos podría replicarse en otras regiones desérticas del mundo.

Con una capacidad instalada en constante crecimiento, Mongolia Interior se consolida como un referente en innovación verde, demostrando que incluso las tierras más inhóspitas pueden convertirse en fuentes de desarrollo sostenible.

Foto: Proyectos fotovoltaicos en China transforman terreno arenoso/Cortesía
Foto: Proyectos fotovoltaicos en China transforman terreno arenoso/Cortesía

China transforma sus desiertos en energía solar

El éxito de esta iniciativa refuerza el compromiso de China con la carbono neutralidad y abre nuevas posibilidades para combatir el cambio climático.

Desde el aire, el paisaje es sobrecogedor: millones de paneles fotovoltaicos se extienden hasta donde alcanza la vista; formando un reluciente «mar azul» en medio del árido desierto de Kubuqi.

Este impresionante proyecto, ubicado en la región autónoma de Mongolia Interior, representa uno de los esfuerzos más ambiciosos del mundo para combinar generación de energía renovable con control de la desertificación.

Expertos internacionales elogian el proyecto como modelo a seguir para regiones áridas. «Estamos demostrando que el desarrollo energético y la recuperación ambiental pueden ir de la mano», explica el Dr. Wei Zhang, director del programa. Con planes de expansión hacia otros desiertos.

Xinhua