A través de un comunicado, el Ministerio de Finanzas de Canadá informó que derogará el impuesto sobre los servicios digitales; el cual fue duramente criticado por el presidente de EE. UU., Donald Trump, para avanzar en las negociaciones comerciales con Washington.
La eliminación de este gravamen surge como respuesta directa a la postura del presidente Trump, quien previamente había condicionado la reanudación de las negociaciones comerciales a que Ottawa redujera ciertos impuestos.
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Trump calificó el impuesto a los servicios digitales como un «ataque directo y flagrante»; contra Washington y suspendió las negociaciones el viernes anterior a través de su plataforma Truth Social.
Además, el mandatario estadounidense expresó reiteradamente que es «muy desagradable y sumamente difícil» tratar con Canadá en materia comercial; citando que Canadá cobró a sus agricultores tarifas de hasta el 400 % por ciertos productos.

Canadá elimina gravamen digital
El impuesto sobre los servicios digitales, anunciado originalmente en 2020, tenía como objetivo abordar el hecho de que grandes empresas tecnológicas que operan en Canadá podrían no pagar impuestos a partir de ingresos generados por brindar servicios a nacionales.
Sin embargo, el ministro de Finanzas e Ingresos Nacionales, François-Philippe Champagne, confirmó que, para apoyar las negociaciones, Canadá derogará dicho impuesto, y se detendrá la recaudación programada para el 30 de junio de 2025.
«El nuevo Gobierno de Canadá se centra en construir la economía más sólida del G7 y en defender a los trabajadores y las empresas canadienses. La derogación del impuesto a los servicios digitales permitirá que las negociaciones de una nueva relación económica y de seguridad con Estados Unidos logren avances cruciales y refuercen nuestra labor para crear empleo y promover la prosperidad para todos los canadienses»; afirmó Champagne.
Por su parte, el primer ministro Mark Carney enfatizó que, en estas negociaciones sobre una nueva relación económica y de seguridad; su Gobierno siempre se guiará por la contribución global de cualquier posible acuerdo a los mejores intereses de los trabajadores y las empresas canadienses.