Japón: Niño de seis meses comió miel y murió

Tenía seis meses de vida, sus padres le diario miel y murió después de una larga agonía, víctima del botulismo. Lo llamativo del caso es que el pequeño recibió la mejor atención posible, bajo el paraguas del sistema de saludo nipón. Esto ocurrió en el barrio de Adachi, Tokio, Japón, y fue divulgado por el diario The Japan Times. Hacía un mes que le daban miel mezclada con un jugo.

Según la Organización Mundial de la Salud, el botulismo lactante suele afectar a niños menores de seis meses.

A diferencia del botulismo de transmisión alimentaria -causado por la ingestión de toxinas previamente generadas en los alimentos, por ejemplo las conservas- este botulismo se produce cuando los lactantes ingieren esporas de Clostridium Botulinum que germinan como bacterias, colonizan el intestino y liberan toxinas.

Te puede interesar: Niño murió tras ser golpeado fuertemente por el novio de su mamá

En la mayoría de los adultos y los niños mayores de seis meses esto no ocurre, porque las defensas naturales del intestino que el organismo desarrolla con el tiempo impiden la germinación y el crecimiento de la bacteria.

En los bebés los síntomas son: constipación, pérdida de apetito, debilidad y llanto alterado y una apreciable pérdida del control de la cabeza.

La bacteria puede ser letal cuando contamina el intestino grueso de un bebé, ya que se liberan toxinas que originan un trastorno neurológico grave.

Los padres del niño en cuestión argumentaron que no sabían del riesgo de la miel. Y contaron que ellos daban miel y jugo al bebé de seis meses porque creían que eso era bueno para su salud.

También puedes ver: Mujer grabó al fantasma de su bisabuela acariciando a su hijo

El niño fue internado después de comenzar a sufrir convulsiones y tener dificultades para respirar. Los exámenes realizados en el hospital señalaron que la miel estaba contaminada.

El menor quedó un mes internado, pero desafortunadamente no resistió y falleció. Es importante resaltar que el botulismo es tan peligroso para menores de un año porque los pequeños todavía tienen un sistema digestivo muy prematuro.